La Cancillería aseguró que la presidenta de la República, Dina Boluarte, no pudo sostener una “reunión bilateral” con Joe Biden durante su visita a Estados Unidos porque no alcanzó el tiempo, a pesar de que, según detallaron, la Casa Blanca les confirmó la cita en dos oportunidades.
En un comunicado que se publicó este 3 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores se pronunció ante los cuestionamientos contra el Gobierno por haber pedido permiso para que Boluarte salga del país asegurando que podría reunirse con su homólogo estadounidense.
Ahí, el Ejecutivo dijo que la Casa Blanca confirmó la reunión bilateral tanto el 30 de octubre como el 2 de noviembre.
“Esta no se llevó a cabo con el protocolo que caracteriza las reuniones bilaterales en razón de que, luego de la reunión de todos los presidentes y sus delegaciones con la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, conforme la agenda, los tiempos quedaron cortos”, se lee en el comunicado.
Cabe precisar que, si bien la agenda de Dina Boluarte mencionaba una “reunión bilateral” con Joe Biden, la agenda oficial de la Casa Blanca publicada a primera hora este viernes 3 de noviembre nunca mencionó el encuentro entre ambos mandatarios.
En lugar de esta cita, la Cancillería aseguró que hubo Boluarte y Biden “pudieron conversar sobre asuntos que interesan a ambos países como la migración y la lucha contra el narcotráfico, entre otros”.
Todo esto antes de dirigirse caminando hacia el auditorio de la Casa Blanca donde se llevó a cabo la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica (APEP) donde ya estaban los otros jefes de Estado con sus delegaciones.
Esta no es la primera vez que surgen críticas contra el Ejecutivo por el anuncio de una “reunión” con Joe Biden que en realidad no existió.
En setiembre, en su viaje a EE.UU. por la Asamblea General de Naciones Unidas, el Gobierno compartió una foto diciendo que Dina Boluarte tuvo una reunión con Biden y su esposa. Sin embargo, la imagen correspondía al saludo protocolar que ocurrió un día antes en un museo y no a un encuentro formal en la Casa Blanca.