Ernesto Samper realizó una visita oficial a nuestro país la semana pasada. Se reunió con estudiantes y autoridades para hablar sobre derechos humanos, empleo, narcotráfico y salud pública.
—En Sudamérica existen dos bloques claramente distintos en materia política y económica. Uno representado por la Alianza del Pacífico y el otro por Mercosur. ¿Qué papel juega la Unasur frente a ello?
En la última cumbre de jefes de Estado celebrada en Quito, los presidentes tomaron la determinación de crear una mesa de convergencia para aceptar los distintos procesos subregionales en la región, no solo la Alianza del Pacífico y el Mercosur, sino también la Alianza Bolivariana para Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Comunidad Andina (CAN) y el Pacto Amazónico. Se necesitan crear espacios de convergencia para sumar esfuerzos.
— ¿Podría dar algunos ejemplos de estos espacios?
El ALBA tiene muy buena experiencia en la lucha contra el ébola. La Alianza del Pacífico lo está haciendo bien en los mecanismos de coordinación consular y embajadas, el Mercosur en las visas. No vale la pena repetir el mismo experimento si podemos todos encontrar la fórmula de concurrir.
— Se critica a la Unasur por tener un discurso muy tibio ante las violaciones de derechos humanos en Venezuela. ¿Habrá un cambio?
Sin desconocer ni restar legitimidad a las manifestaciones que se han hecho de carácter mediático sobre la situación de Venezuela, el papel de la Unasur es totalmente distinto en el modo. Compartimos las preocupaciones; sin embargo, ejercemos nuestra influencia de una manera más discreta y diplomática. Y ahí están los resultados.
— ¿Cuáles son esos resultados?
Unasur tuvo un papel muy importante en la terminación de la huelga de hambre de Leopoldo [López]. Por supuesto no salimos a reivindicarlo mediáticamente, pero jugamos un papel que él ha reconocido públicamente. También la comisión de cancilleres de Unasur jugó un papel muy importante en la determinación de la fecha de elecciones que se proclamó el último martes y que va a permitir que se encaucen dentro de una institucionalidad democrática.
— Pero en paralelo es evidente que existe persecución política en Venezuela que atenta, en muchos casos, contra los derechos humanos…
Nosotros no entramos a calificar la situación. Nosotros tenemos unos principios por los cuales nos guiamos, que es la preservación de la continuidad democrática en Venezuela, que ahora creo ha quedado asegurada con la determinación de la fecha de las elecciones.
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