Hermana de víctima de Madre Mía rechazó pago de US$20 mil
Hermana de víctima de Madre Mía rechazó pago de US$20 mil

Durante 25 años, Teresa y Carmen Ávila Rivera buscaron justicia y sanción para los autores de la muerte de su hermana Natividad y del esposo de esta, Benigno Sullca, a manos de militares de la base contrasubversiva en Madre Mía. Ellas acusaron a , a quien señalaron como el ‘Capitán Carlos’, de ser el responsable directo de ambos asesinatos.

Teresa no aceptó  los ofrecimientos económicos que le hicieron intermediarios del candidato nacionalista para que abandonara las denuncias en su contra. Postura distinta a la de su hermano menor, Jorge Ávila, quien aceptó US$4.500 para retractarse de su acusación.

“La persona que intentó sobornarnos a nosotras fue Robinson Gómez, cuñado de Jorge Ávila, juntamente con Amílcar Gómez, pero a Amílcar Gómez nunca se le veía la cara, sino que solamente se comunicaba con el celular”, recordó Teresa Ávila en entrevista con la Unidad de Investigación de El Comercio tras conocerse las interceptaciones al entorno de Ollanta Humala.

Ella asegura que su sobrina María, hija de Natividad, le advirtió que Robinson Gómez la iba a buscar a su casa en Ventanilla para ofrecerle dinero: “Algo de 20 mil dólares. Entonces yo le digo: ‘Y tú cuánto estás ganando’”. Gómez le respondió que su comisión era de S/1.000.

Teresa le contó a la Coordinadora de Derechos Humanos que Gómez la visitaría y ellos le recomendaron grabarlo y eso fue lo que hizo. Existe un registro visual en el que queda plasmado el ofrecimiento de dinero que le hizo Robinson Gómez, en nombre de Amílcar Gómez, a cambio de que ella retirara su denuncia.

Teresa Ávila recuerda que Robinson también visitó la casa de su sobrina María, hija de su hermana fallecida Natividad, para intentar sobornarla. Primero ofreció US$10 mil y ante la negativa de ambas mujeres, Robinson aumentó su oferta: “Al día siguiente nos ofreció 20 mil”.

Teresa agregó que lamentaba que su propio hermano, Jorge, los haya traicionado a pesar de que él mismo había sido secuestrado y sometido a torturas junto a Natividad y al esposo de esta: “Él se retractó, cambió su versión a cambio de dinero. Después nos enteramos de que mensualmente el señor Ollanta Humala le mandaba su plata a través de Amílcar”. Dice que con ese dinero se compró dos mototaxis a nombre de su esposa y pagó en efectivo, a pesar de que solo ganaba 800 soles mensuales.

Cuando se encontró con su hermano en pleno juicio, Teresa recuerda haberle increpado: “¿Por qué mientes? ¿Por qué hablas que no las has vivido [las torturas]? A nuestra hermana la han matado. ¿Por qué nos malogras? ¿Es que no sientes nada por tu hermana? ‘No –me dijo–. Ustedes sigan para adelante’, me respondió”.

–El encuentro con el ‘Capitán Carlos’–
Teresa Ávila recuerda como si fuera ayer la conversación que asegura haber sostenido con Ollanta Humala cuando se enteró de que un grupo de militares ingresó de madrugada a la casa de su hermana y se la llevaron a rastras.

“Usted los ha traído acá, capitán. Dígamelo de frente. ¿Me vas a entregar a mi hermana o la vas a matar?”. “Mira ve, si está en mis manos, yo sí la voy a matar”, le habría respondido Humala.

En ese momento, Teresa Ávila cuenta que se desesperó y suplicó al llamado ‘Capitán Carlos’: “Le dije: ‘Por el amor que usted le tiene a sus hijos, a su familia, a su madre o padre, entrégueme a mi hermana. Si usted va a matar, no mate a mi hermana’ [...]. ‘No –me dijo–, antes hubieran pensado en eso’. Le dije: ‘Me corto un brazo porque sé que usted la tiene. A  mi hermana la están torturando arriba’.

Antes de retirarme le dije: ‘Algún día vas a pagar, algún día vas a llorar. Mírame bien, algún día vas a llorar así como mis sobrinos que están llorando esperando a sus padres en su casa, tú vas a llorar. Algún día tus hijos van a llorar’”.

–Hallazgo de víctimas–
Días después de aquel encuentro con Ollanta Humala, el cuerpo de Benigno Sullca fue hallado: “Al único que encontré fue a mi cuñado con una bala en la frente [...]. Maniatado con ropa de militares. Estaba hinchado y todo, pero lo encontré. De miedo lo hemos tapado con hierbas en el río [...]. Su yerno lo enterró por ahí porque no podían hacer pasar el muerto porque [los militares] vigilaban el río”. Los restos de Natividad nunca fueron encontrados.

Carmen, otra de las hermanas, agregó que habló con Ollanta Humala en tres oportunidades sobre la desaparición de su hermana y cuñado. Dice que este le contestó: “Yo no sé qué ha pasado con ellos. Estarán presos, estarán vivos”.  Entonces, Carmen le increpó: “Pucayacu es una zona blanca”. De acuerdo a su relato, Humala Tasso alzó la voz y la botó del lugar: “Fuera de acá [...] olvídate de tu cuñado y de tu hermana”.

–Notario identifica a Gómez Amasifuén–
El notario público de la provincia de Leoncio Prado (Huánuco) Mario Aníbal Arias Jaramillo fue la persona que validó la declaración jurada con la que Jorge Ávila, testigo del Caso Madre Mía, se retractó en el  2006 de su acusación contra Ollanta Humala.

Arias Jaramillo reconoció a Amílcar Gómez Amasifuén como la persona que acompañó a Ávila para hacer el trámite.

“Es la persona que acompañó al testigo que manifestó aquí en mi oficina hacer una declaración jurada para retractarse del Caso Madre Día”, señaló el notario cuando este Diario le mostró una foto de Gómez.

Incluso afirmó que el suboficial en retiro del Ejército Peruano, hombre de confianza de Humala, fue quien pagó por el servicio.

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