Una de las últimas jugadas del fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia, antes de ser notificado oficialmente de su suspensión por seis meses del cargo por parte del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) fue ordenar el trasladado de 20 libros, que registraron las visitas que él y los otros fiscales supremos recibieron en los últimos cuatro años.
Según informó el programa de TV “Cuarto Poder”, el jueves 22 de enero se trasladaron los 20 cuadernillos de la Oficina de Gerencia de Seguridad del Ministerio Público a la Oficina de la Secretaría de la Junta de Fiscales Supremo. En estos libros se tenía apuntados los nombres de todos los visitantes de los pisos 8 y 9 de la sede central de la fiscalía, entre el 2011 y 2014.
Resulta que en el piso 8 se ubican las oficinas de la Fiscalía Suprema de Control Interno y la de los fiscales supremos, mientras que en el piso 9 se encuentra la oficina del fiscal de la Nación, el gerente general y otros funcionarios administrativos.
La información que contienen estos cuadernos es tan valiosa que ha permitir conocer, por ejemplo, que el 10 de diciembre del 2013, el ahora encarcelado abogado Rodolfo Orellana visitó a Ramos Heredia, quien en ese entonces estaba al frente de la Fiscalía Suprema de Control Interno.
El mismo Ramos Heredia tuvo que reconocer ante la Comisión Áncash, que investiga las presuntas irregularidades de la gestión del ex presidente regional César Álvarez, que recibió en su oficina a Orellana, procesado por presuntamente dirigir un red dedicada a la estafa y al lavado de activos.
Por su parte, el presidente de la Comisión Áncash, el congresista Mesías Guevara (AP-FA) advirtió que los registros de visitas han podido ser manipulados, durante el traslado ordenado por el suspendido fiscal de la Nación.
Luego de tomar conocimiento de esta situación, el fiscal de la Nación interino, Pablo Sánchez, indicó que ya dispuso que se realice un peritaje a esos libros, a fin de establecer si fueron o no adulterados.
Ramos Heredia fue suspendido por el CNM por tener cuatro procesos disciplinarios en contra, uno de ellos por su actuación en el Caso Áncash.