Pedro Cateriano recibió el no rotundo de un Congreso que ya no puede disolverse. (Composición: El Comercio)
Pedro Cateriano recibió el no rotundo de un Congreso que ya no puede disolverse. (Composición: El Comercio)
Fernando Vivas

Había un curso de colisión que no se vio con claridad. El pensamiento ideal o ‘wishful thinking’ era que el Congreso, considerando la pandemia, no añadiría un brinco más al país y confiaría en Pedro Cateriano. No fue así y aquí están algunas claves para entenderlo.