En el Perú, no hay proyecto de irrigación más grande e importante que Chavimochic. Aparte de generar ingresos y crear cientos de miles de empleos, hoy cobra fuerza por ser una de las mejores alternativas para contribuir con la seguridad alimentaria, permitiendo solucionar los problemas de hambre y pobreza que pronostican los organismos internacionales.

Gracias a su enorme potencial, hoy se conoce a Chavimochic como la “despensa del mundo”, al brindar al mercado internacional productos de alta calidad, como los arándanos, espárragos, palta, uva, pimiento piquillo y otros, convirtiendo a la región La Libertad en una potencia agroexportadora.

El proyecto, que inició décadas atrás, fue pensado para aprovechar de manera útil las aguas del río Santa y convertir campos extensos e infértiles en tierras productivas para 68 mil hectáreas nuevas, y mejorar el riego en más de 78 mil hectáreas en los valles de Chao, Virú, Moche y Chicama. En nuestro país es reflejo de progreso, pues genera más de 124 mil empleos directos formales, y solo el año pasado ha producido 1,347 millones de dólares en divisas para el país.


Tercera etapa

Un paso fundamental para potenciar el funcionamiento del proyecto de irrigación es su tercera etapa, la cual quedó inconclusa hace más de 7 años. El gestionó ante el Gobierno Central la reactivación de las obras que estaban pendientes, logrando al cabo de un año resultados favorables.

Esto último se ha plasmado en dos hechos claves: la firma del contrato entre Perú y Canadá por la modalidad de Estado a Estado (G2G), para ejecutar el saldo de obra de la presa Palo Redondo e instalar la tercera línea del sifón Virú; y la firma del convenio con Proinversión para ejecutar el canal madre de la tercera etapa, con la automatización, operación y mantenimiento mediante la modalidad de Asociación Público Privada (APP).

De acuerdo con el gobierno regional, la inversión de Chavimochic III se calcula en más de 750 millones de dólares. Además, en lo laboral, permitirá crear más de 150 mil puestos de trabajo formales directos, reduciendo el desempleo en un 0.8% a nivel nacional. Eso significa que disminuirá los indicadores de la pobreza en el país, publicados recientemente por el INEI.

Sobre la ampliación de la frontera agrícola, permitirá el riego de más de 68 mil nuevas hectáreas. Además, se mejorará el riego en 78 mil hectáreas existentes. Para el Perú, dejará ingresos adicionales por más de 2 mil millones de dólares anuales. “Eso quiere decir que habrá más dinero para el tesoro público, por ende, más obras públicas para las personas que lo necesitan”, manifestó César Acuña.


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