Las empresas están tomando un nuevo rol a nivel mundial, buscan convertirse en agentes de cambio positivo.
Las empresas están tomando un nuevo rol a nivel mundial, buscan convertirse en agentes de cambio positivo.

ESPACIO UNIVERSIDAD CONTINENTAL

Solemos creer que las transformaciones que llegan con la Cuarta Revolución Industrial se centran en la incorporación de tecnologías disruptivas o procesos de automatización. Sin embargo, la realidad es que los cambios de esta revolución son más profundos y están otorgándole un nuevo rol a las empresas a nivel mundial. Ya sea con tecnologías ecoeficientes o programas de desarrollo sostenible, las organizaciones comienzan a perfilarse bajo un fin social.

Este enfoque en los negocios ya es evidente en algunas corporaciones. Por ejemplo, el gigante informático Apple ha anunciando que este año su principal desafío será desarrollar productos libres de sustancias tóxicas y que sus plantas utilizarán 100% energía renovable. Mientras que el líder en el sector de consumo masivo, Unilever, ya trabaja en promover el lavado de manos en poblaciones vulnerables, ayudando así a 400 millones de niños.

El nuevo fin de las empresas es generar un verdadero impacto positivo en el mundo, propósito que se evidenció en la reunión del Foro Económico Mundial 2018, al presentar ‘The Global 100’, un ránking que reconoce la sostenibilidad las empresas. Dassault Systemes, compañía francesa que diseña softwares para la reducción de desechos, encabezó la lista no solo por su tecnología, sino por la alta participación femenina en su junta directiva, la disminución de la brecha de sueldos entre CEO y trabajadores, y por ceder más del 26% de sus ganancias en impuestos.

Tecnología para cambiar el mundo

Estas transformaciones que vienen ocurriendo son posibles gracias a la tecnología de la Revolución 4.0. Es así que el gran cambio sostenible que propone Apple será posible, en gran parte, debido al uso de Daisy, un robot inteligente encargado de desmontar equipos para reciclarlos y reutilizar los componentes que antes eran desechados.

Manuel Diaz, director del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial de la asegura que la tecnología de hoy dará pie a cambios sustanciales que sobrepasan las mejoras en la producción y los propósitos económicos de las empresas. “A través de las innovaciones tecnológicas podemos generar beneficios e incorporar al trabajo a personas que usualmente han sido menos favorecidas”, señala el director.

Y es en el desarrollo de estas tecnologías que empoderan e impactan positivamente la sociedad en el que se centran universidades como Oxford o Stanford. A través de sus centros de emprendimiento y la formación de estudiantes con una visión holística y responsable, implementan un modelo nuevo de educación que en nuestro país ya es aplicado por la Universidad Continental.

El Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial de esta Universidad es un espacio implementado junto al Ministerio de la Producción que trabaja con emprendedores y empresas para encontrar soluciones integrales a distintos problemas de las comunidades. A la fecha, ya desarrolla prototipos de equipos que trabajan con energía solar para mejorar el secado de la maca, utiliza la realidad aumentada con niños de cinco años para potenciar sus procesos cognitivos, y construye máquinas que reducirán el esfuerzo físico de los agricultores en la producción del cacao.

De esta manera, las iniciativas del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial no solo vuelven rentables soluciones sostenibles, sino que impactan positivamente en las necesidades de las comunidades. “Nos alegra que la comunidad se acerque a nosotros para resolver sus problemas, que nos tengan como un referente”, agrega Diaz.

Publirreportaje

Contenido sugerido

Contenido GEC