La chica que engañó a las redes sociales e hizo arte con ello - 2
La chica que engañó a las redes sociales e hizo arte con ello - 2

Amalia Ulman es una artista de origen argentino que entre los meses de abril y setiembre de 2014 decidió montar un peculiar proyecto en las redes sociales como  y, esencialmente, Instagram.

La artista decidió inventar a lo largo de ese periodo de tiempo toda una historia de vida para demostrar la artificialidad de lo que las personas mostraban en las redes sociales. Ulman identificó tres perfiles básicos como los más populares entre las mujeres jóvenes en Instagram: la chica bonita, la joven mantenida por una pareja acaudalada y la “diosa” o “diva de la vida”. Es a través de estos modelos que Ulman se mostró y con los que engañó a sus seguidores.

La mujer de 26 años comenzó subiendo fotografías bastante favorecedoras en las que mostraba el mejor lado de sus atributos. En esta parte de su proyecto encarnó el primero de los estereotipos que había identificado y no tardó en ganar miles de seguidores en sus cuentas de Instagram y Facebook.

Durante lo que duró la puesta en escena Amalia se movió de forma más o menos coherente entre los perfiles que identificó y se inventó relaciones sentimentales, cirugías plásticas, un triste pasado e incluso una trágica adicción a los estupefacientes. Todo ello para demostrar que es muy fácil engañar a la gente en internet, tal y como sucedió en su caso.

Pero no todo fue falso, pues la mujer llegó a someterse a una rinoplastia sin intervención quirúrgica, se inyectó colágeno e incluso fue invitada a conocer al famoso cirujano plástico Fredric Brandt. Todo ello a causa de una profunda investigación e implicación con ese pequeño cosmos que buscaba retratar con su trabajo.

Mientras se mantuvo activa en el proyecto, Ulman se topó con un buen número de personas que se mostraron sumamente críticas y que las seguían “solo para verla caer”, en sus propias palabras. El odio y el rechazo se hicieron generalizados cuando reveló en Facebook e Instagram que todo lo que había compartido en sus cuentas había sido un engaño. A esas alturas, su cuenta de Instagram registraba casi 89 mil seguidores y en la actualidad supera los 117 mil.

 

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Una vez finalizado el proyecto titulado “Excelencias y perfecciones”, este fue presentado de forma simultánea en dos prestigiosas galerías en Londres, pero la muestra mantuvo la misma tónica polémica que el desarrollo del proyecto. "La gente empezó a odiarme. Algunas galerías donde estaba exhibiendo se asustaron y me decían cosas como, 'Usted tiene que dejar de hacer esto, porque la gente no la tomará en serio nunca más'", contó la artista al crítico Alastais Sooke, según información recogida por el diario argentino La Nación.

La obra de Amalia Ulman simplemente se remitió a demostrar que las construcciones sociales que involucran la validez y veracidad de aquello que percibimos como agradable dentro de las redes sociales como Facebook, son bastante endebles. También cuestionó la forma en que las mujeres son percibidas y se perciben a sí mismas en dicho ámbito de la existencia humana. Algo tan sencillo es una poderosa verdad en el mundo actual y fue eso lo que llevó a la obra a adquirir gran notoriedad.

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