La creciente demanda de vivienda, combinada con el aumento de precios en distritos estratégicos, ha generado un dilema para los residentes. Por un lado, la inversión en una propiedad puede representar estabilidad y una oportunidad de generar patrimonio a largo plazo. Por otro lado, el alquiler ofrece flexibilidad y la posibilidad de adaptarse a las cambiantes condiciones laborales o personales.
Evaluar los pros y contras de ambas opciones requiere analizar factores como el acceso al crédito, las tasas de interés, la valorización de las zonas y las necesidades individuales de cada persona o familia. En este contexto, conocer el panorama actual del mercado y las perspectivas económicas es fundamental para tomar una decisión informada.
Para ello, Juan Carlos Tassara, director de Edifica y Core Capital, recomienda cuáles son las mejores opciones antes de dar ese importante paso.
“El sector está dividido en dos grandes categorías: vivienda social (programas como Techo Propio) y no social. Ambos representan aproximadamente el 50% de las ventas. Se espera que el próximo año ambos segmentos (social y no social) crezcan debido a un aumento en el presupuesto y una economía más estable”, sostuvo el experto, quien estará presentando “La Formula Edifica” en Wake Up 2024 este 7 de diciembre”.
En el aspecto económico, la inflación y el encarecimiento del crédito están redefiniendo las posibilidades de adquisición para amplios sectores de la población, al tiempo que el crecimiento urbano sigue concentrándose en ciudades como Lima.
“Las generaciones más jóvenes prefieren alquilar debido a la flexibilidad y cercanía al trabajo, alejándose de la idea tradicional de comprar una vivienda para toda la vida”, sostuvo Tassara.
Además, la desigualdad en el acceso a una vivienda digna, sumado al aumento en los precios de los inmuebles y alquileres, ha generado una demanda creciente de políticas habitacionales inclusivas que respondan a la necesidad de viviendas asequibles.
“El incremento de las tasas ha limitado la capacidad de compra de muchas personas, encareciendo los créditos hipotecarios y reduciendo la demanda de inmuebles en algunos sectores. Se prevé un aumento continuo en el precio de los inmuebles, impulsado principalmente por la inflación y el incremento en los costos de construcción”, manifestó el director de Edifica.
Por otro lado, Tassara mencionó que el cambio en las estructuras familiares y el aumento de hogares unipersonales están impulsando la demanda de espacios más pequeños y accesibles, lo cual podría estimular el desarrollo de nuevos proyectos orientados a nichos específicos.
“Las propiedades nuevas son preferidas por sus menores costos de mantenimiento y mejoras en su funcionalidad”, indicó.
“Los millennials y centennials buscan reducir el uso de recursos, prefiriendo espacios más prácticos y sostenibles, lo que modifica la demanda inmobiliaria”, agregó.
Ante este contexto, se espera que el sector inmobiliario adopte enfoques más adaptativos e innovadores para responder a las exigencias de una población cada vez más diversa, ofreciendo soluciones de vivienda que equilibren la rentabilidad con el compromiso social.
“Distritos con buena oferta de servicios (colegios, hospitales, áreas verdes) y mejor conexión de transporte, como Lima Moderna, proyectan una mayor demanda debido al poder adquisitivo de la clase media”, precisó.
“Cada vez más personas consideran que los inmuebles son para etapas de la vida y no permanentes, por lo que buscan propiedades que respondan a sus necesidades actuales”, finalizó.