¿Cómo las pequeñas válvulas por donde inflas las llantas cuidan la “salud” de todo tu automóvil?

Los conductores suelen recordar que las llantas tienen un tapón solo cuando toca inflar los neumáticos. Pero su relevancia para cuidar todo el vehículo puede ser hasta vital por el papel que desempeña.

La presión correcta en los neumáticos es fundamental, apunta el sitio especializado El Motor, del diario El País. Esto para cuidar la unidad, el neumático y la seguridad de los pasajeros –una avería por pérdida de presión tiene el potencial de ocasionar accidentes graves-.

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El tapón ayuda a preservar la presión de los neumáticos. La ingeniería de las válvulas de estos últimos sella la salida del aire. Una aguja llamada obús es la que permite la entrada o salida de aire. Se mantiene en su posición por un muelle, que cede cuando se presiona el obús permitiendo que la llanta se infle o desinfle.

Cuando el neumático gira produce una gran fuerza centrífuga. Esta presiona el obús, lo que produce leves pérdidas de aire al vencer la resistencia del muelle. El tapón permite que esta pérdida se produzca de forma más lenta y gradual.

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Además, evita que la suciedad obstruya y perjudique la válvula con una piedra pequeña, por ejemplo, que presione el obús y permite el escape del aire. Una pérdida de presión continua acarrearía un gran peligro para los ocupantes del vehículo.

Finalmente, lo ideal es contar con tapones de plástico. Sobre todo, si el vehículo cuenta con sistema de control de presión de los neumáticos. Esto por encima de los tapones de metálicos, que son más vistosos.

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Un tapón de metal puede pegarse a la válvula por oxidación por su baja calidad, cuando se comprueba la presión de los neumáticos después de un tiempo prolongado. Esto podría llevar a la sustitución de la válvula, lo que puede suponer un gasto enorme.