Un hombre se encontraba recostado en un imponente Lamborghini, aburrido, sin saber qué hacer, cuando de pronto aparece una guapa chica y le ofrece dar una vuelta en su auto.
Al ver el Lambo, la chica no parece dudarlo y acepta el paseo. Cuando estaban encaminándose al auto, el hombre pasa de largo y recibe el llamado de atención de una abuelita, la dueña del Lamborghini.
El hombre pasa de largo y se sube a un auto ubicado atrás del deportivo, pero al ver esto, la chica se hace la desentendida y opta por irse del lugar.
Se trata de una de las tantas bromas del ruso Vit alydz.