La carrera recién había empezado y todo hacía indicar que el GP de Austria se completaría de gran forma. Todos los ojos estaban puestos en Lewis Hamilton y Nico Rosberg, pero de pronto todas las miradas fueron para atrás.
Sucede que un Ferrari y un McLaren se estaban arrastrando hacia la barra de protección, lo cual llamó la atención. Se trataba de Kimi Raikkonen y Fernando Alonso.
El McLaren de Alonso fue embestido por el Ferrari de Kimi, quien perdió el control del monoplaza solo minutos después de la salida.
Ambos pilotos, por suerte, salieron por su cuenta de los monoplazas y caminaron con el objetivo de acercarse a la zona de boxes.
"Kimi comenzó con los neumáticos duros y no paró de patinar. Al salir de la curva dos perdió el control, se me vino encima y nos fuimos contra el muro. Hasta que no paramos no sabía muy bien dónde estaba, solo veía el cielo", llegó a explicar Alonso al respecto.
El accidente fue tal, que los comisarios tardaron siete vueltas en despejar la zona, para que luego se reinicie.