Más allá de las tarjetas navideñas que en algún momento muchos de nosotros solíamos enviar y recibir en el pasado –cuando incluso no existía el también hoy extinto y virtual Latincards--, existe algo llamado “boletín navideño” (impreso) que se suele enviar una vez al año para repasar los logros y avances de una familia determinada. Se envía a conocidos, acompañada de detalles e inclusive fotografías.
Este pequeño elemento es la pieza que detona “Mejor Navidad, ¡Imposible!”, la película que abre la temporada navideña en la industria del streaming. Parece algo pronto –se estrenó el 16 de noviembre a nivel mundial, 5 semanas antes de Navidad--, pero en realidad cada vez se hace más común ver cómo las cadenas lanzan todo tipo de propuestas con suma anticipación para llegar a la semana clave con varios millones de visualizaciones en sus registros secretos.
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Dirigida por María Lambert, la cinta de 88 minutos de duración tiene tal vez como rostro más popular a Jason Biggs, actor estadounidense que ganara fama internacional interpretando a Jim, el noble, aunque desafortunado joven que intenta saltar rápidamente a la adultez junto a sus compañeros de educación superior en “American Pie”, el puntapié inicial de una saga cinematográfica que encendió la imaginación de millones de chicos y chicas cuando todavía el Streaming no era lo que conocemos hoy en día
Ya con 45 años de edad y con una carrera marcada por la irregularidad, Biggs tiene ante sí la oportunidad de abrir la campaña navideña 2023 de Netflix. Él da vida en la pantalla a Rob Sanders, un padre de familia que, aunque lo intenta, no parece haber sido capaz de darle plena felicidad y estabilidad económica a su esposa, Charlotte (Heather Graham), ni a sus dos menores hijos, Grant (Wyatt Hunt) y Dora (Abby Villasmil).
Decir que, desde la previa, el actor más popular en este elenco es Biggs, no implica que sea quien ostenta el mayor protagonismo en “Mejor Navidad, ¡Imposible!”. Ese papel recae en Graham (53 años), conocida por papeles diversos como el de la señorita Baerly en la inclasificable “Arrested Development” o, por ser Kendra, la bomba sexy que quiso engatusar a Adam Sandler en “Locos de ira” allá por el año 2003. Más recientemente, la actriz dio vida a Terri White, la esposa de Doug White (Dennis Quaid) en “Vuelo al límite” (Prime Video), un insostenible largometraje --basado en hechos reales-- con mensaje cristiano en el que, por la gracia divina, un pasajero fanático de los aeroplanos, salva a su familia de morir en un accidente aéreo luego de que el piloto sufra un paro cardiaco a miles de pies de altura.
Desde su concepción, la cinta de Lambert ofrece la receta clásica de una película navideña: presentación de personajes, exposición del problema, desenlace y moraleja esperanzadora. En este caso, Rob y Charlotte se aprestan a viajar con sus hijos a casa de Stacey, la hermana de esta última. Ya en los primeros minutos hemos visto cómo el personaje interpretado por Graham se percata de la llegada del boletín navideño de su vieja amiga –y además supuestamente ex amor platónico de Rob--Jackie Jennings (Brandy Norwood) en el que todo luce de maravilla: un esposo apuesto y trabajador, una hija súper dotada que ha ingresado a Harvard, y otro hijo, ya mayor, que hace labor benéfica alrededor del mundo. La existencia de esta ‘familia feliz’ atormenta a Charlotte, quien cuando –por una acción del destino—termina llegando junto a su esposo e hijos a la casa Jennings, en vez de la casa de su hermana Stacey, se propone paso a paso desnudar la farsa y demostrar que, como pasa con ella, no todas las familias son felices.
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Ya en Hadley Falls –el lugar ficticio donde vive la familia Jennings--, los integrantes del clan Sanders intentan acomodarse a su manera y es aquí cuando comienzan a develarse aspectos secundarios del filme. Pocos aportan y la gran mayoría debilitan la propuesta en gran medida. Si la mamá Charlotte busca descubrir las mentiras de los Jennings, sus hijos se hacen rápidamente amigos y cómplices de la hija genio de la familia que los recibe, y de pronto los tres están investigando sobre la ‘ficticia existencia de Santa Claus’. En un tercer lugar podríamos ubicar a Rob. Por último, encontramos a Valentino (Matt Cedeño), el esposo de Jackie, un personaje tan forzado como inexplicable.
Presentado como una especie de sex simbol, este último parece estar muy enamorado de su esposa, pero no se abstiene de coquetearle a Charlotte, la cual siempre cae rendida a cualquier gesto o sugerencia. Esta especie de flirteo (“Solo quiero mostrarte que dos personas pueden sentir atracción entre ellas y no implica nada”) jamás escala, ni para bien ni para mal, convirtiéndolo, a modo de balance final, en un recurso a ratos absurdo.
Mucho más bien sustentado parece, por paradójico que suene, el objetivo que los tres niños de la cinta tienen: demostrar la inexistencia de Santa Claus. Para dicho propósito, revisan libros, acuden a Google, preguntan a posibles entendidos, y –porque no dejemos de lado que estamos en una comedia—son capaces de hacerle pasar terribles momentos a los ‘Santa de carne y hueso’ que trabajan usualmente 24/7 en los malls y tiendas por departamento durante el mes de diciembre.
En su intento por desmoronar lo que considera una farsa, Charlotte se topa con una verdad incómoda que ocupa la vida y mente de su otrora amiga Jackie (“Por eso en esta época del año ella quiere estar en compañía”). Aquí, casi en el último tercio de la cinta de Netflix, hay un espíritu de redención, los villancicos suenan con mayor justificación, e inclusive la nieve falsa que hemos visto por más de una hora, empiezan a importar menos, convirtiendo lo que tenemos en pantalla en una historia con el toque de magia suficiente.
Finalmente, relegado al rol de padre modelo que básicamente asiente ante la energía de su esposa, Rob Sanders no tiene mucho para decir, pero cuando lo hace resulta suficiente para traslucir la moraleja de la cinta: una familia no debe aspirar a la perfección para ser verdaderamente feliz. El desempeño tan genuino de Biggs resulta un premio al espectador en medio de tanto personaje exagerado que, mezclado con situaciones tan inexplicables cómo agitar artificialmente el cabello de una mujer hipnotizada por los músculos de Valentino o ver a un fatigado ‘Santa’ bebiendo Red Bull en sus horas de break, no hacen más que confirmar que estamos ante una propuesta que, aunque por estrenarse con tanta anticipación puede alcanzar cientos de millones de visualizaciones, probablemente en dos meses nadie la recuerde más.
"MEJOR NAVIDAD, ¡IMPOSIBLE!"/NETFLIX
SINOPSIS: Cuando, por esas cosas del destino, Charlotte (Heather Graham) y su familia van a parar a la casa de Jackie (Brandy) días antes de Nochebuena, Charlotte aprovecha la oportunidad para demostrar que la vida de su anfitriona no es tan perfecta como la describe en su boletín festivo.
DIRECTOR: María Lambert
ELENCO: Heather Graham, Jason Biggs, Brandy Norwood, Matt Cedeño, Madison Skye Validum
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