“Night Sky”: ¿ver o no ver la serie con JK Simmons y Sissy Spacek en Prime Video?

La maestra Irene (Sissy Spacek) y el carpintero Franklin (JK Simmons) son una pareja de esposos jubilados que pasan sus días en el ficticio poblado de Farnsworth, Illinois. Hasta ahí nada los diferencia de cualquier matrimonio longevo de los Estados Unidos. Sin embargo, ambos guardan un secreto que los convierte en testigos de algo sin igual. Bajo el taller de herramientas de su vivienda existe un misterioso acceso que, tras jalar algunos pestillos y esperar algunos segundos, les permite ver a solo centímetros lo que sería un planeta desconocido.

Esta es la idea base de “Night Sky” (“Cielo nocturno”), serie de ciencia ficción que estrenó hace unos días a nivel internacional Prime Video. En ocho episodios, seremos testigos de un nuevo intento por acercarnos a ese mundo que el hombre ha intentado conocer (y conquistar) a lo largo de las últimas décadas. Pero más allá de que la entrañable Irene y el cascarrabias Franklin hayan “visto las estrellas” casi 900 veces (porque sí, llevan registro de cada uno de sus desplazamientos a esta especie de cabina interplanetaria), la propuesta creada por Holden Miller tiene mucho más.

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Y es que pensar en ocho episodios de una hora en los que solo se trata de ver cómo dos abuelitos imaginan sería “cruzar” a otro planeta sin morir en el intento, resulta ciertamente monótono. Por eso “Night Sky” tiene un segundo nivel de lectura que rápidamente queda a la vista. Los protagonistas de esta historia no han podido superar la pérdida de su único hijo. Así pues, Irene –enferma y muy maltrecha—alberga una tristeza constante en su mirada. Del otro lado, Franklin sufre al ver a su esposa en estas condiciones. En su desesperación, sería incapaz de hacer algo que torne más grises sus días. Tal vez por eso cuando, de la noche a la mañana encuentran a un desconocido en la cabina de su taller, sus vidas cambian.

Desparramado en el suelo y notoriamente herido, Jude (Chai Hansen) aparece en el piso de la cabina de los York. Lejos de llamar a la policía, Irene decide hacerse cargo del desconocido, aún sin saber si se trata de un marciano o de un viajero interplanetario. Mientras el visitante no habla ni reacciona, la serie mantiene un hilo de verosimilitud que nos satisface. No obstante, en el preciso momento en el que este toma conciencia de sí, “Night Sky” se convierte en el drama de una madre que ve en un NN al hijo que perdió tiempo atrás.

Incluso antes del estreno de la serie, la prensa especializada elogiaba el producto final teniendo en cuenta el talento de sus galardonados protagonistas. Vale decir que, si de expectativas se trata, estas fueron satisfechas. Simmons interpreta a un abuelo terco y preocupado. En un momento de la serie su personaje, Franklin, parece desesperado por deshacerse del intruso (“¿Eres consciente del daño que nos estás haciendo?”), pero luego este termina regresando sobre sus propios pasos ante la contundencia de una verdad: sin Jude, Irene podría morirse de la pena.

Pero si el talento de Simmons y Spacek es lo más saltante en esta serie de Prime Video, lo objetivo sería decir que no estamos ante una propuesta redonda. En su aparente afán por abarcarlo todo, “Night Sky” coge ciertos rumbos que lo único que hacen es debilitarla. Pasa esto con Byron (Adam Bartley), el vecino de Franklin que –insatisfecho con su desgraciada vida—intenta atraer la aprobación de los demás, postulando a un cargo político en su pueblo. Tras descubrirse que falsifica firmas para su registro, su carrera política rápidamente se hace humo. Lo mismo podría decirse de Denise (Kiah McKirman), la nieta de Franklin e Irene que –sin haber superado la muerte de su padre—sufre por lo insatisfactoria que le resulta su vida universitaria. Por último, está Chandra (Beth Lacke), una enfermera cleptómana cuyo aporte al argumento resulta inexplicable.

Más allá de estos personajes que carecen de un sustento debido (en el caso de Byron, habría que dejar en claro que más adelante toma otro vuelo), la serie de Prime Video muestra –además de la vida de los York—una historia paralela, la cual tiene lugar en la lejana Argentina. Allí viven Stella (Julieta Zylberber) y su hija Toni (Rocío Hernández). Esta sub trama muestra a una madre intentando poco a poco (casi forzada por el destino) mostrarle a su adolescente hija el origen “especial” que tiene su familia.

Entre secretos y verdades a medias, Stella y Toni –en un giro súper reñido con la verosimilitud—de pronto se tele-transportan desde la sierra argentina hasta Nueva York. Aquí deberán cumplir una insólita y peligrosa misión para la que, evidentemente, no parecen estar listas. Tras ambas se encuentra Cornelius (Piotr Adamczyk), un villano bastante exagerado en gestos y formas. Hasta este punto la serie de ocho capítulos ya nos ha ofrecido una cuota de ciencia ficción, otra de drama y una final de policial. Pensar que esto asegura la atención de los televidentes puede ser un error más grande de lo que uno se imagina.

¿Basta el talento de dos ganadores del Oscar como JK Simmons y Sissy Spacek para que el balance de una serie sea satisfactorio? A primera vista uno diría que sí. Y ciertamente en varios medios especializados de Estados Unidos se ha elogiado la dupla que tenemos en pantalla, su capacidad para conmovernos con la idea del amor en la tercera edad, llegando incluso a proponer “una serie solo para que estos dos viejitos conversen”. No obstante, sería injusto afirmar que dos interpretaciones destacables pueden cubrir una serie de errores, exageraciones y vacíos que terminan por convertir a “Night Sky” en una producción que difícilmente trascenderá en los resúmenes de lo mejor del año.

Night Sky / Prime Video

Sinopsis: Irene y Franklin York, una pareja de jubilados, tienen un secreto: una Cámara enterrada en el patio trasero que milagrosamente lleva a un extraño planeta desierto.

Título original: “Night Sky”

Duración: 8 episodios

Clasificación: 16 años

Género: Ciencia ficción, drama

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