El padrino
1972
Netflix
Director:
Francis Ford Coppola
Actores:
Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Richard Conte
Género:
Drama, Cine clásico
Duración:
175 minutos
Clasificación:
+16
"El padrino" actualmente se puede ver en streaming.
"El padrino" actualmente se puede ver en streaming.
José Silva

“¿No es algo de mal gusto?”, pregunta Portia, el personaje interpretado por Haley Lu Richardson en el tercer episodio de la segunda temporada de The White Lotus (HBO Max) cuando el abuelo Bert (F. Murray Abraham) termina de describirle cómo a solo centímetros de donde todos almuerzan, en la bella y a veces peligrosa Sicilia, se rodó la escena en la que Apolonia (Simonetta Stefanelli) explota en pedazos mientras intentaba demostrarle sus dotes como conductora a su esposo Michael Corleone (Al Pacino) en la primera película de la trilogía El Padrino.

“Quieren ganarse la vida. Son dueños de la casa donde filmaron la mejor película estadounidense de la vida”, responde Bert, antes de que todos a su alrededor se enfrasquen en un debate sobre si una saga como la dirigida por Francis Ford Coppola representa o no las ideas del patriarcado que se resisten a desaparecer de la sociedad contemporánea. Mientras esto ocurre, un niño observa en un televisor instalado en una tienda de souvenirs una escena de la referida trilogía. Y de fondo, dos músicos deleitan a los turistas interpretando su propia versión de la emotiva “Tema de amor”.

¿Qué hace que, en pleno año 2022, una serie ganadora de cinco premios Emmy (en una gala donde alcanzó 20 nominaciones) se cuelgue de una película estrenada medio siglo atrás? Resulta imposible ensayar una respuesta sin pensar en las otras múltiples referencias que la historia basada en la novela de Mario Puzo ha tenido en todo este tiempo. Algunas muy populares como las presentadas en la serie animada Los Simpson, y otras algo más específicas, como la referencia que representa el Señor Big en la cinta animada Zootopia (Disney, 2016).

Estrenada el 15 de marzo de 1972, El Padrino marcó un legado innegable en el mundo del cine. Las dificultades que presentó para su rodaje, el notable desempeño de su variado elenco, pero sobre todo la diversidad temática que presentó a lo largo de sus tres entregas (1972, 1974, 1990) han sido motivo de estudio en diversos países del mundo. Y Perú no ha sido la excepción. En dicha línea, Editorial UPC ha publicado “Pídelo con respeto. Medio siglo con El Padrino”, un conjunto de ensayos en los que un grupo de periodistas, docentes y adeptos al cine, reflexionan acerca de los temas más les llamaron la atención de la trilogía.

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UNA HISTORIA SOBRE MIGRANTES

Por su nacionalidad, el politólogo y periodista italiano Francesco Tucci –uno de los trece colaboradores de “Pídelo con respeto”—tiene especial consideración por una saga como la dirigida por Francis Ford Coppola. Aunque entiende el aporte positivo para la industria cinematográfica y turística italiana, no puede dejar de mencionar que, en su momento, la historia generó ciertos estereotipos de los que él mismo fue víctima.

“Cuando viajaba, solo y con mis padres, a la pregunta sobre mi origen, respondía: ‘soy italiano’. Y me decían: Ah, ¡Pizza, mafia! Como si fuera un estigma. Generalizaciones apresuradas, falacias. Eso comenzó a molestarme, ciertamente. Series como ‘Los Sopranos’ o sagas como ‘El Padrino’ van estigmatizando al sureño italiano. Pero reconozco que eso fue mayormente en mi adolescencia. Así que hoy creo que tengo una relación de amor y odio hacia estas películas y también hacia la novela de Mario Puzo”, señala.

Una opinión en parte coincidente tiene Oscar Sánchez Benavides, co-editor del libro y autor de uno de los ensayos que incluye este interesante volumen. Según su parecer, El Padrino no es en absoluto una saga maniquea, y representa los vicios de sociedades no exclusivamente italianas.

“No sé si la película en sí contribuye con este estigma, tal vez para algunos sí, pero en mi opinión El Padrino no es una saga maniquea, te hace ver que el lado perverso de la sociedad no está solo desde los italianos. Recuerda que, en la primera escena es un señor que reclama porque su hija fue violada y ultrajada por dos americanos. O al comienzo de El Padrino 2, en donde se sienta un sonriente senador a hablar con Michael y no solo lo extorsiona, sino que además habla sobre él de forma muy despectiva. Asimismo, el comisario de Nueva York es un tremendo narcotraficante, y es un descendiente de irlandeses blancos, que eran los rivales de los inmigrantes italianos. Al no ser maniquea, El Padrino nos hace ver que estos mafiosos deben lidiar con otros, que a su vez son representantes del establishment”, sostiene.

Una escena familiar de la saga cinematográfica El Padrino. (Internet)
Una escena familiar de la saga cinematográfica El Padrino. (Internet)

ESCENAS MEMORABLES Y UNA PIZCA DE REALIDAD

En la segunda entrega de la saga El Padrino vemos como el personaje principal Vito Corleone (Marlon Brando) llega por primera vez a Nueva York. Se trata de un adolescente que debe ser no solo registrado sino inspeccionado por las autoridades migratorias tal como si fuera un ejemplar de una ganadería. ¿Era tan así de dramático el ingreso a Estados Unidos a inicios del siglo XX?

“Es bastante fiel (la descripción), pero la realidad era mucho más trágica. Cuando se llegaba al control aduanero trataban a los migrantes casi como carne de cañón. Decían: ¿este sabe leer y escribir? Te revisaban los dientes como si fueras un caballo. El trato era brutal, fundamentalmente porque en Estados Unidos necesitaban fuerza laboral, pero con ciertos requisitos. Comenzaron a introducir una serie de leyes para limitar la migración. Y aquí viene otra moraleja: todos somos migrantes, hemos tenido familiares migrantes”.

A su turno, consultado sobre las escenas de la saga que lo marcaron a lo largo de estos años, el profesor Sánchez no tiene dudas: desde el primer intento de asesinado a Vito Corleone hasta el meticuloso crimen de Sollozzo (Al Lettieri) y el comisario de policía McCluskey (Sterling Hayden) a manos de Michael.

“Recuerdo de forma más vívida la escena en que balean a Vito Corleone (Marlon Brando). La manera en cómo le disparan, la forma en cómo cae, o sea, es un saber caer como actor y en medio del hilo dramático de verdad que duele. Se nota que es una caída producto de haber recibido un disparo, lo mismo que la impericia de su hijo Fredo (John Cazale), al que se le escapa la pistola y no tiene cómo reaccionar. Pero claro, todo en ese marco de comprar verduras y frutas en el mercado, es decir, en un escenario tan lleno de vida aparece la muerte”, destaca.

Vito Corleone y sus hijos en la primera entrega de El Padrino.
Vito Corleone y sus hijos en la primera entrega de El Padrino.

BUSCANDO UN LADO POSITIVO Y PERSPECTIVAS A FUTURO

¿De qué manera puede enfocarse positivamente una saga plagada de mafiosos, sicarios, balas y sangre? Para Francesco Tucci, lo bueno de El Padrino es que los malos, tarde o temprano, caen.

“Pienso que el lado positivo tiene que ver con la trayectoria trágica de estos criminales. Porque no terminan bien. Algunos van a ser asesinados, otros traicionados, entonces es un legado sangriento lo que se ve en la historia. No son personajes positivos, a pesar de que podemos encariñarnos con algunos. Y eso porque esta es una historia sobre la relevancia de los lazos familiares. Pero la moraleja existe”, refiere el también internacionalista.

Michael Corleone (Al Pacino) en la última entrega de la trilogía.
Michael Corleone (Al Pacino) en la última entrega de la trilogía.

Ya en la parte final del análisis de esta memorable saga, resulta inevitable preguntarle a Oscar Sánchez si, en medio de esta industria incontenible y multi-millonaria del streaming, llegará el día en el que alguien se anime por un remake de la trilogía. ¿Valdría o no la pena? ¿Por qué?

“Sería como intentar rehacer una gran pintura. Tal vez sería mejor hacer otra película sobre las mafias contemporáneas, que ya hay varias, a partir de textos como los de este periodista italiano que se embarcó en estudiar la mafia italiana en Nápoles, que ha inspirado series posteriores como “Suburra: sangre sobre Roma”. Además, hay una cosa interesante, el cine italiano no tiene (a la mafia) como temática de sus películas sino hasta los dos mil. Después del trauma que significó este maxi proceso en el que el Estado decide llevar a más de 300 mafiosos a los tribunales, luego de pasarse décadas negando la existencia de las mafias, me parece que desde entonces se rompió un mito. Y ahí dicen: ¿entonces por qué no se les puede retratar? Y se empiezan a crear nuevas aproximaciones, acercamientos y películas de cine. Pero yo te diría que al Padrino no lo tocaría. Ya la sola trilogía tiene hasta sus propios cambios de época”, concluyó.

Oscar Sánchez (izquierda), Francesco Tucci (derecha) y el libro en el que participan al centro.
Oscar Sánchez (izquierda), Francesco Tucci (derecha) y el libro en el que participan al centro.

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