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Ballet en tiempos de COVID-19: ¿cómo es practicar danza clásica en medio de una pandemia?
El cuerpo y el espacio, grandes herramientas de la danza, son la parte frágil en esta pandemia a raíz del confinamiento por la COVID-19. Ingenio, tecnología y mucha paciencia tuvo que reunir Carmen Tumbalobos para sacar adelante Dance & Drama.
¿Cuándo bailó el ser humano por primera vez? Aunque es difícil establecer un registro de cuándo esto se llevó a cabo, son varios los entendidos que coinciden en que la primera expresión artística de carácter original fue el baile. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Relevé / HUGOCUROTTO
Los expertos también ensayan que la danza fue, inclusive, mucho antes que la palabra. Y que el movimiento del baile nace de un confinamiento, de una real necesidad del individuo de plasmar lo que no puede hacer en el exterior. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Tendu / HUGOCUROTTO
Ahora los escenarios son distintos: ya no estamos en cavernas, sino en cómodas viviendas y con una gran presencia del Internet que se reparte a través de aparatos tecnológicos de última generación. Sin embargo, el cuerpo siempre tendrá memoria y casi es innato también su capacidad de querer expresarse. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Retiré / HUGOCUROTTO
Debido a este letal e invisible enemigo, fueron casi todas las academias de baile en el mundo, y Perú no fue la excepción, que cerraron sus puertas, los profesores perdieron o fueron suspendidos de sus empleos y los alumnos pasaban a un confinamiento estricto. Como una solución para este problema, las plataformas virtuales de de videollamadas y reuniones surgieron como una gran alternativa a las fiestas o a las clases de baile tradicionales o de carácter presencial. Sea zumba, ballet, urbano, así como ritmos caribeños u otros más. Todos estos bailes y más podían encajar ahora en los nuevos modelos virtuales. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Plié / HUGOCUROTTO
Carmen Tumbalobos Degtiar, bailarina y directora de la escuela de Dance & Drama Perú, entendió rápidamente que se tenía que adaptar, obligatoriamente, a estas nuevas tecnologías, por lo que su academia de baile empezó a transmitir clases vía Zoom. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Échappé / HUGOCUROTTO
"Estábamos en el 2020 alquilando un espacio adicional, ya que habíamos crecido en alumnado. Teníamos un grupo de niñas por viajar a Argentina para un workshop y un examen en México. Ambos viajes fueron cancelados y con ello no solo el progreso de la escuela, sino también de las niñas", contó al conocer de otros casos de colegas que también alquilaban locales y no les quedó otra que devolverlos a sus dueños. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Battu / HUGOCUROTTO
Así como lo tecnológico tuvo sus beneficios para reinventar las escuelas de danza, también les generó perjuicios, pues aumentaron las "escuelas virtuales" que cobraban un precio muy bajo y el nivel artístico brindado a los alumnos no era el adecuado. "Cualquiera enseñaba y cobraban súper poco haciendo que la competencia empeore . Y el nivel de los alumnos baje. No hay gremios que rijan la danza, menos el ballet". (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Pirouette / HUGOCUROTTO
Al principio, todo era nuevo y complejo. Muchos de los alumnos prefirieron no continuar de forma virtual, ya que sentían que ello no eran lo mismo que las clases presenciales. En palabras de Carmen, no se podía decir que estas clases virtuales eran mejores o peores. Simplemente, según considera, la experiencia era distinta y las habilidades en que se desarrollan son diferentes. Pero, eso sí, destaca su premisa de que "es mejor bailar solo que no bailar, así sea con la escoba, con el esposo o con los hijos, bailar te ayudará a sentirte mejor contigo". (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Cabriole / Hugo Curotto
"Claramente con todos los errores y demás, mientras aprendíamos, nos adaptábamos, mejorábamos el sonido, la logística de cómo crear una reunión”, narró la profesional de 35 años y directora artística de la escuela de ballet clásico, danza contemporánea y preparación física para niñas. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)
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Derrière / HUGOCUROTTO
Carmen decidió abrir hace dos semanas y tiene en grupo presencial a unos 20 adultos y 20 niños. Paralelo a ello, sigue con las clases Zoom con dos grupos de niñas. En ese sentido. espera seguir recibiendo a más grandes y chicos que puedan seguir expresándose a través de su cuerpo y seguir manteniendo así la vitalidad de esta manifestación corporal, artística y cultural. (Fotos: Hugo Curotto | @photo.gec)