Estos días de baja temperatura y humedad en el ambiente pueden afectar la salud de tus aves; sobre todo porque pueden propiciar enfermedades respiratorias. Entre ellas la acarosis es la más común y ataca a los pulmones del ave produciendo afonía, silbido y dificultad para respirar, entre otros síntomas.
También durante estos meses es constante que las aves se enfermen de coriza, conocida como moquillo, cuyos síntomas son comunes a los del resfrío humano: estornudos, estado lloroso de los ojos y congestión nasal. Por eso, los veterinarios recomiendan que a las 5 de la tarde se tape la jaula de las aves con una mantita para abrigarlas y que se ubiquen siempre en un área techada sin corrientes de aire y que no estén expuestas a cambios bruscos de temperatura.
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Sobre la alimentación, los pajaritos mal nutridos son más propensos a enfermarse en los cambios de clima y a sufrir de infecciones por sus bajas defensas. Chequea que su dieta contenga todas las vitaminas, aminoácidos, minerales que necesita. Pídele consejos a un veterinario si es necesario.
Las aves son muy delicadas y si tienes varias, y una se enferma, debes apartarla rápidamente del resto en otra jaula y en una habitación diferente para evitar el contagio. También tendrás que desinfectar la jaula y todos los accesorios que hay en ella.
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Sin importar la estación del año, las aves necesitan del baño cada dos a tres días. El mejor momento en esta época es cuando la temperatura es más alta, al mediodía. Ponle una tinita de agua a temperatura ambiente por media hora para que chapoteen. Eso sí, vigila siempre que no haya corrientes de aire que podrían enfermarla.