Parque Nacional Huascarán: qué hacer en tu visita al corazón de la Cordillera Blanca | GUÍA

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Sobre la avenida Luzuriaga existen una infinidad de operadores turísticos que nos pueden llevar a las faldas de la montaña más alta del Perú por una suma de 40 soles, que incluye el ingreso al parque nacional. El trayecto hasta el pueblo de Yungay toma cerca de hora y media, a través del Callejón de Huaylas. Luego, hay que emprender una subida por un sinuoso camino para arribar a la quebrada de Llanganuco. Se recomienda llevar medicamentos para contrarrestar el mal de altura, pues vamos a llegar a los 3.850 m.s.n.m.

De pronto, ante nuestros ojos asoma un espejo de aguas azules y turquesas. Se trata de la laguna Chinancocha (en quechua, laguna hembra), la cual se puede navegar en bote y se caracteriza por los bosques de quenual que crecen en sus orillas. Veinte minutos más allá, se encuentra la laguna de Orconcocha (laguna macho), más pequeña en comparación con la primera. Ambas se formaron hace miles de años debido a la desglaciación de los nevados.

A nuestro retorno, podemos almorzar en las picanterías de la zona, donde ofrecen platos típicos a base de cuy, cordero y chicharrón. Tras recargar energías, el guía nos invita a recorrer lo que fue el antiguo pueblo de Yungay, aún sepultado por el alud que desencadenó el terremoto de 1970. Para culminar nuestro paseo, nos dirigimos al mirador del Cristo Blanco, desde donde se tiene una espectacular vista de este valle bañado por las aguas del río Santa. Vemos caer el sol detrás de las montañas, una postal que se vuelve aún más mágica en buena compañía.

UN PASO MÁS ALLÁ

El Parque Nacional Huascarán es famoso por tener más de 20 picos nevados que superan los 6.000 m.s.n.m. Si queremos estar un paso más cerca del cielo, nos recomiendan hacer la ruta de trekking a la Laguna 69. Para vivir esta experiencia, es importante llevar la indumentaria adecuada (ropa impermeable, zapatos para caminata, cortavientos) un pequeño botiquín, refrigerio y abundante agua.

Nos recogen en nuestro hotel muy temprano por la mañana y nuevamente enrumbamos hacia el Callejón de Huaylas. Desde el Parque Nacional Huascarán, la caminata dura aproximadamente tres horas. Este recorrido resulta perfecto para todos los amantes de las montañas y la naturaleza: nos toparemos con caídas de agua, quebradas y animales silvestres. La dificultad es moderada, por lo que se recomienda ir a paso firme y seguro, para evitar agitarnos.

Exhaustos pero felices, llegamos a la Laguna 69. A primera impresión, este paraje parece sacado de Winterfell, el reino ficticio de “Game of Thrones”: hay nieve por todos lados y tenemos la sensación de estar en un cuento encantado. Nos tendemos en la orilla y disfrutamos de un pícnic improvisado. Con la mirada puesta en el cielo, en lo último que pensamos es en el camino de regreso. //