El verano es sinónimo de mar, arena y sol. Esto puede provocar quemaduras a corto plazo (erisipela, ardor), a mediano (arrugas, manchas) y, en el peor de los casos, cáncer de piel.
“A pesar del uso de protector solar y sombrero de ala ancha, entre otros, uno nunca estará 100% protegido. Siempre se dañará la piel”, comenta el doctor Óscar Medrano, asesor médico de la piel en Bahía Solar.
El experto recomienda “bañarse con temperatura ambiente (de lo contrario, puede causar lesiones) y usar un jabón neutral para limpiar la piel afectada”. Aclara que la manera de secarse el cuerpo debe ser con delicadeza, para no dañar la piel sensible. También sugirió usar una crema hidratante o regeneradora. El aloe vera es una opción.
Finalmente, sugiere eliminar antiguos mitos como “las recetas caceras (rodajas de tomates, gel frío, etc.), pues, por más que refresquen, no están comprobadas y en la mayoría de casos son poco efectivas y podrían agravar el problema”. A tomar nota. //