(Foto:Archivo)
Carlos Galdós
Carlos Galdós

De niño una de las preguntas que me atormentaba escuchar era: “¿Y qué hace tu papá?”. Me quedaba congelado, a pesar de tener entrenada una respuesta (una mentira) que no convencía a nadie: “Mi papá está de viaje”, y cruzaba los dedos para que no viniera la repregunta de rigor. Mi viejo estuvo de viaje toda mi vida, hasta que un buen día me harté y ya en media, con un poco de rock subterráneo encima, el “está de viaje” se convirtió en un potente “yo no tengo viejo”. Cómo sería de potente y agresiva mi entonación que a nadie le quedaban ganas de indagar más sobre el tema y esa fue la forma que yo encontré para no paralizarme. No me gustaba mentir, sentía que todos se daban cuenta, me sudaban las manos, se me enrojecían los cachetes y no era capaz de sostener la mirada a la hora de responder. Ya de adulto me he enfrentado al “oye, yo conozco a un Galdós que es igualito a ti”, “¿tú no eres pariente de Alfredo Galdós?”, “yo soy amigo de los Galdós de Ancón”. Y así infinidad de variantes. La diferencia era que ya no estaba de viaje, ahora era mi papá y la incomodidad no era más mía, sino de quienes tenía al frente: se atoraban, les venía una repentina carraspera o, mejor aún, me pedían disculpas por la impertinencia. Hoy esa pregunta no me incomoda más.

A mí la crisis vocacional me duró hasta los 40 años; es decir, hasta hace poquito no más (tres años). Me he pasado los últimos 17 años tratando de entender y aceptar que soy un artista que he elegido el humor para comunicar mis ideas. Soy comediante. Esa es mi razón de ser. Me encanta ver a la gente reír y a partir de eso decirle lo que pienso sobre diferentes temas, de preferencia políticos. Así es como he vivido mis últimos 15 años, de escenario en escenario. Sin embargo, a la hora de responder al “¿y tú qué haces?” sentía que no tenía mucho que ofrecer, y no por vergüenza, sino porque me sale tan fácil lo que hago que sentía que no había valor alguno en ello. La absurda idea de que lo que hacemos tiene que ser esforzado y difícil me llevó durante muchísimo tiempo a pedir por favor que cuando me presentaran en alguna entrevista o a la hora de poner el crédito (esas letritas con la profesión que aparecen en la televisión) por favor solo pusieran Carlos Galdós. Formularios de bancos, papeles para llenar en el colegio de mi hija, inclusive en esta misma página desde hace ocho años, si se dan cuenta, dice “Carlos Galdós, hombre de a pie”. Soy artista, señor, comediante, para ser más específicos, y si quieres, también te puedo hacer llorar. “¿Y tú qué haces?” es otra pregunta que ya no me interesa ni siquiera contestar.

Esta semana me he encontrado con tres personas que han sido muy importantes en mi formación artística. Nanny Durand, mi profesora de tap; Paloma Reyes de Sá, quien me dirigió en uno de mis unipersonales más suicidas, Yo también odio a Carlos Galdós; y Andrea Pacheco, mi profesora de técnicas de payaso. Todas mujeres, todas talentosísimas, todas me acompañaron en momentos muy importantes de mi vida y mi carrera, todas generosas en dar lo que saben, pero sobre todo todas con muchísimo corazón; mujeres que están ejercitadísimas en esto de saber quiénes son. Ellas saben mucho de mí y de lo que hay en mi cabeza. Me conocen desde la mirada y no les puedo mentir. Cada una en distintos lugares me preguntó “¿y en qué andas, Carlos?”, y por primera vez me sentí pleno al decirles que en mí. Ando en mí. No en la radio, no en mis shows, no en la televisión, no de gira, no en el ego, no en el éxito, no en la plata, no en el auto nuevo… En estos momentos ando en mí. En mis emociones, en sentir, en mirarme, ando en silencio, dejé el auto en la cochera (prefiero caminar), ya no tomo pastillas para dormir, me acuesto temprano, escucho música, sigo aprendiendo piano, ando en mí. Y lo mejor fue la respuesta de cada una, que además ha sido coincidentemente la misma: “Qué bueno, se nota”.

Ahora estoy en mí para poder volver para ti desde lo que sé hacer: reír. Me estoy preparando mucho para darte algo grande, tal vez mi mejor show: YO.

Contenido Sugerido

Contenido GEC