Año del Tigre: ¿Qué significado tiene este felino en la cultura peruana?

La celebración del Año Nuevo Chino es la más importante de China y la fiesta oriental que Occidente acoge con mayor efusividad. Mientras en el gigante asiático –y naciones vecinas, como Vietnam o Corea– los trabajadores gozan de días libres, las familias se reúnen y son miles las personas que se movilizan en grandes y largos viajes para volver a casa; las comunidades chinas alrededor del mundo también se reúnen entre ellas y con miles de personas ajenas a su cultura que se adhieren a las celebraciones.

El profesor Rubén Tang, asesor del Vicerrectorado de Investigación-Proyecto Relaciones PUCP-Asia, además de fundador y ex director del Instituto Confucio PUCP, cuenta que la también llamada Fiesta del Año Nuevo Lunar o Festival de la Primavera es una celebración de carácter familiar. “Es familiar como nuestra celebración navideña y festiva como nuestra celebración de Año Nuevo. Es una fiesta íntima, pero también colectiva, que llama a la prosperidad, a la unidad bajo el cielo”, explica.

Dice el profesor Tang que en estas fechas las familias se reúnen, comen comida casera especial, encienden lámparas, hay fuegos artificiales, se limpia la casa, se les da a los niños sobres rojos con dinero, se decoran las casas y las calles.

La fecha en la que se celebra el Año Nuevo Chino es variable, pues depende de las fases de la luna. Sin embargo, generalmente se celebra entre el 20 de enero y el 20 de febrero. Este año, la celebración será el 1 de febrero. “Este año hay mucha esperanza de que la pandemia termine pronto, y la llegada del Año del Tigre de Agua trae esa esperanza, pues el tigre es un animal que simboliza valentía, inteligencia, fuerza, energía y habilidad”, añade el profesor Tang.

Todos los tigres made in Perú

“Los grandes gatos siempre nos han fascinado”, dice el antropólogo y docente PUCP Álex Huerta-Mercado. Como prueba de ello, recuerda tanto el cuerpo de león de una enorme esfinge egipcia, como un mate con el tallado de un dios jaguar hallado en Huaca Prieta, en el valle de Chicama, ambos de 4.500 años de antigüedad. Un momento, ¿dijo jaguar? Sí, pues el jaguar es conocido como el tigre de esta parte del mundo, y es el felino más grande de América Latina. Así lo explica Vanessa Romo, antropóloga y periodista medioambiental, que además detalla que el jaguar es traficado ilegalmente para ser vendido en China... como tigre.

Además de la caza ilegal con este propósito, los jaguares –también llamados otorongos– son asesinados a causa del temor que producen en la población, sobre todo por conflictos con los ganados. “Esto último se debe a que las fronteras agrícolas y ganaderas se van ampliando e invadiendo su territorio”, añade. Esto ha puesto a la especie, antes considerada como una deidad, en constante riesgo de depredación.

Pero la relación con estos felinos mayores no solo se quedó en el imaginario de nuestros antepasados. Ha llegado a la sociedad contemporánea, aunque de una forma, digamos, más popular. No nos referimos al jaguar en nuestra cotidianidad, pero sí al tigre, como símbolo de fortaleza y habilidad. Entonces, como explica Huerta-Mercado, estamos rodeados de tigres que habitan nuestro imaginario social: las frazadas de tigres, que abrigan como ninguna; las zapatillas Tigre, que, suponemos, son las más resistentes; la leche de tigre, alimento fortificador; el ‘Tigre’ Gareca, un símbolo de éxito; o la Tigresa del Oriente, una power girl sui generis.

Es interesante la historia de las frazadas Tigre que cuenta Alex Huerta-Mercado: “Estamos frente a un caso interesante de migración, pues el icono es la frazada tigre nace a partir de iconografía india, y viaja a México para recalar en Perú con características propias, uniendo tres culturas urbanas con tradición de migración e integración, cosa difícil a la modernidad. En un solo producto los peruanos tenemos la yuxtaposición caótica de motas de jaguar y dos tigres simétricamente viéndose, ocupando todo espacio en “horror al vacío” como es la estética que ha caracterizado a nuestra cultura chicha. Por otro lado su sola presencia es protectora y suficiente, ahorrativa y maternal, talvez esa frazada sea el tigre más peruano que exista”.

“Ya los peruanos hace 4000 años proyectábamos en los grandes gatos nuestros valores favoritos, y ahí están perennizados en piedra, en barro, en mates, en murales, en máscaras y en tradiciones que aún perduran. Seguimos proyectando en los tigres nuestros valores y somos nosotros los que hemos cambiado, ya no nos piden sacrificios humanos o nos exigen ser severos con los enemigos: Hoy confiamos en que alguien a quien denominamos “el tigre” nos vuelva a guiar hacia el mundial y queremos mucho a nuestra tigresa del oriente que nos enseña “Si tú sabes dar amor Un nuevo amanecer tendrás’”, añade el profesor Huerta-Mercado.

Mención especial para la memoria de la delicia que constituyeron los chocolates y golosinas El Tigre. Los mayores de 30 saborearán el recuerdo. Feliz Año del Tigre. //

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