Cuatro peruanos aliados del medio ambiente
ecoproyectos
Vanessa Cruzado Alvarez

Cuatro peruanos emprendedores se han convertido en agentes de cambio y aliados del medio ambiente. Mientras todos celebramos –el 22 de abril– el , ellos la cuidan a diario con estas ideas geniales.

MARYSOL NAVEDA, coordinadora de Life Out of Plastic (LOOP) y HaZla por tu Playa: "Botamos lo que más se puede reciclar"
Los scouts le enseñaron desde niña a tener un pensamiento ecoamigable. Eso permitió que se involucre con la limpieza de playas, humedales y ríos.

En 2014, durante una actividad ambiental, conoció a Life Out Of Plastic (LOOP), que fundó el proyecto HaZla por tu Playa , y se unió a ambos.

Cada marzo realizan campañas de limpieza en las playas y humedales de 21 regiones, donde reúnen entre 15 y 40 toneladas de basura. Uno de los objetivos de LOOP, admite Marysol, era participar del Trash Challenge (el reto de limpiar lugares públicos).

Para ello, contaron con la participación de la brigada ‘¡Gracias, Causa!’. Somos acompañó a los voluntarios a la actividad que se llevó a cabo el sábado 13, en la playa Los Yuyos de Barranco.

Se recogieron 94 kilos de basura, en su mayoría residuos plásticos como botellas y bolsas, además de colillas de cigarros. “Los residuos que más tiramos son los que se pueden reciclar”, señala la ambientalista.

Si quiere participar de las futuras limpiezas, escriba a marysol@loop.pe.

VALERY ZEVALLOS , Fundadora y directora creativa de Estrafalario: "Quise hacer un cambio en la industria de la moda"
Un concurso le cambió su visión sobre la industria que ama desde niña. Cuando cursaba el último año de la carrera de Diseño de Modas en el Centro de Altos Estudios de la Moda (CEAM), en 2015, su vestido fue seleccionado para el Changer La Mode Pour Le Climat, un encuentro de moda sostenible en París, en el marco de la COP21. “Ahí conocí el detrás”, admite la empresaria de 29 años. Y es que la moda es la segunda industria, seguida de la petrolera, que más contamina el planeta.

Para contrarrestar el impacto, empezó a trabajar con el deadstock (restos textiles) y reutilizar el poliéster (para su producción global, se usan anualmente 70 millones de barriles de petróleo y tarda más de 200 años en descomponerse). En noviembre del 2016, Estrafalario lanzó una colección de ropa de baño sostenible.

El año pasado sumó un gran aliado: el econyl, un hilo de poliamida hecho de residuos textiles en un 100%, principalmente por redes de pesca recuperadas del mar. Conseguirlo tomó ocho meses de negociaciones con un proveedor italiano.

Su próxima meta es trabajar con piñatex, un cuero vegetal a base de residuos de las fibras de hoja de piña que se producen en el proceso de cosecha. Con su marca, Valery busca concientizar el uso de prendas sostenibles, versátiles y atemporales.

JOSÉ ANTONIO DÍAZ, Fundador y CEO de FUB (Fui Un Banner): "Nadie recicla carteles publicitarios"
Basta con alzar la mirada para darse cuenta de que en Lima abundan los banners publicitarios. ¿Alguna vez se ha preguntado qué pasa con ellos una vez concluido el periodo de anuncio? José Antonio Díaz sí. “En Perú se recicla papel, plástico, cartón, hasta aceites. Sin embargo, nadie ha puesto los ojos en los residuos de publicidad”, explica el ingeniero industrial.

Una gigantografía está hecha de una tela sintética (parecida a una sábana), pero también está recubierta con plástico de policloruro de vinilo (PVC) y tarda, como mínimo, 500 años en degradarse. En el 2016 investigó formas de trabajar el material: tipo de aguja, hilo, por dónde coserlo. “Los más simples de hacer son los portadocumentos y los bolsos, pero las cartucheras y los neceseres requieren procesos más complicados”, admite.

Mientras estaba en la búsqueda de costureros, conoció a una empresaria que trabaja con el programa de cárceles productivas del INPE. El 3 de enero del 2018 entró al penal de Santa Mónica. Desde entonces, los productos son elaborados por las reclusas.

Fui un Banner salió al mercado el 5 de mayo de ese año, cuando Indecopi le entregó el registro de marca. A la fecha, ha evitado que 980 metros cuadrados de banners vayan a basureros informales y sean quemados.

MATI URANGA, fundadora de Huampaní Chacra Orgánica: “Aprendí a no usar insecticidas”
​(Por Elsa Estremadoyro)
Empezó a trabajar en la huerta en 1999, cuando no existía la idea de lo orgánico en el Perú y el mundo del campo era manejado por varones. “A ver cómo va a hacer para criar a esas vacas sin antibióticos y sin hormonas, ahorita va a quebrar”, le decían cuando empezó con esta corriente distinta.

Seguir los pasos de su padre, un reconocido ganadero, ha convertido a la ingeniera agrónoma en una chacarera audaz que decidió abrir trocha en el campo del bienestar y sobrevivir de largo. Su negocio no solo no quebró, sino que sus productos, que se repartían en canastas a domicilio, hoy se encuentran en todas las tiendas y supermercados de comida saludable de Lima.

“También recibí críticas porque a mis vacas no las separo de sus crías y no van al camal, las dejo morir de viejitas”, cuenta. Tampoco creyeron en su propuesta de agricultura libre de pesticidas. Huampaní Chacra Orgánica se presenta diversificada, entre la tierra y el caos verde, entre animales e insectos. Entre semillas y frutos se produce una amalgama, que hace refulgir a la tierra de contenta.

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