La sostenibilidad es un concepto que se puede entender –y aplicar– de muchas formas. Una de ellas, quizá la menos consciente, está en darles un uso justo a las prendas. La tentación de los precios accesibles del fast fashion, el impacto de las redes sociales y la rapidez con la que una tendencia se pone de moda suelen jugarnos en contra (lo veo-lo quiero-¿lo necesito de verdad?). Hay maneras, sin embargo, de darle la vuelta al sistema. Sobre todo en circunstancias específicas.
¿Cuánto cuesta un vestido de fiesta o de gala, y cuántas veces realmente lo usamos (excluyamos de esta categoría a los vestidos de novia)? ¿No es acaso la prenda más prestada entre hermanas, primas y amigas? Cuatro años atrás, dos amigas emprendieron un negocio con la firme idea de potenciar esta cadena. En lugar de comprar las piezas, Emely Alcorta y Christine Schnyder invitaban a sus clientes a alquilarlas. No inventaron el negocio, pero fueron las primeras en potenciarlo en el mercado local sostenidas en la experiencia que cada clienta recibe en la visita. Incluso hoy, con casi mil vestidos en su clóset y una demanda considerable –el primer año crecieron 200 %–, mantener aquel trato personalizado sigue siendo su mejor carta de presentación. También contribuir al ciclo de vida de cada prenda.
“El promedio de uso de nuestros vestidos es de seis alquileres”, explica Schnyder. “Los que son más delicados, como los que llevan mostacillas, duran unas cuatro. Cada vestido tiene un mantenimiento posterior al uso, para que nuestras clientes tengan el mejor producto posible”, continúa. Cuando llega el momento de renovar el armario, los vestidos se venden o se donan. “El 80% de donaciones van a hogares para chicas adolescentes, con el fin de que los luzcan en fiestas de quinceañeros, pero también los hemos dado a asociaciones donde los desarman para elaborar nuevas prendas, que generan un ingreso para quienes las confeccionan”, continúa Christine.
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En estos cuatro años ha habido tiempo para perfeccionar la oferta. Aretes, carteras, estolas y otros accesorios en alquiler han aumentado en número. ¿La razón? Las clientas buscan un look completo para optimizar tiempo y dinero. Lo único que no está permitido en Dress 2 Go son los comentarios que no aportan. “He llegado a pedirle al novio de una clienta que se retire. Todo lo que le decía eran críticas”, finaliza Christine Schnyder. “Lo que buscamos aquí es que todas las mujeres se empoderen”. //
VERANO DE COLOR: 5 DISEÑOS CLAVE
En el universo de los vestidos, son múltiples los usos –y los objetivos– que cada mujer busca encontrar en un modelo específico. Entramos al armario de Dress 2 Go para elegir cinco cortes que no tienen pierde.
ROMANCE BAJO EL SOL
¿Matrimonio elegante en verano? Usar aplicaciones y brillos no solo está limitado al invierno. Lo ideal es elegir colores cálidos con motivos llamativos, como en este diseño de encaje en tonos morados y lilas, con pedredería distribuida a manera de estampado floreado. No: no se verá recargado si añadimos accesorios grandes. Eso sí, un buen moño será tu mejor aliado.
QUIEN NO COMBINA, NO GANA
La tendencia mix & match sigue fuerte este 2020, especialmente cuando se trata de jugar con accesorios y tonos vibrantes. ¿Qué sugieren las expertas? Combinar colores fuertes, como en este vestido tipo bandage (o ‘vendas’ envolventes) en fucsia con bajo de gasa en flecos, junto a unos aretes verde limón. Un dúo que promete romper esquemas.
MÍRAME BONITO
Comodidad, estilo y un corte muy chic. Es lo que buscamos todas, ¿no? Las mangas bombachas grandes son un must de esta temporada y se lucen en todo su esplendor en los vestidos de fiesta. Es el modelo ideal cuando no quieres pasar desapercibida. ¿Cómo sacarle más provecho? Siendo arriesgadas con los colores, como en este diseño en amarillo y azul.
INSPIRACIÓN BOHEMIA.
A veces nos provoca salir de nuestra zona de confort (solo en el sentido figurado: ¡comodidad ante todo!). Una buena manera de jugar con las posibilidades es probando estilos que se sientan cercanos, pero a la vez sean diferentes. El boho-chic es ideal para matrimonios campestres de verano. Encajes, gasas, capas y transparencias forman parte del menú.
MAMACITA
Las mujeres que están embarazadas o que acaban de dar a luz no tienen por qué renunciar ni al confort ni a la sensualidad. ¿Cómo lograrlo? La elección de la tela es primordial, y ninguna funciona como la gasa. Mangas sueltas, corte a la cintura y un escote que permita llevar un buen sostén (y que sea fácil de retirar si se está dando de lactar) completan el paquete.