Estos son otros jóvenes talentosos como Julio Garay, el peruano creador de las galletas antianemia

En los últimos días, se hizo viral la noticia de que el joven ingeniero Julio Garay Barrios, talento de Beca 18 en la región Ayacucho y creador de las galletas contra la anemia Nutri Hierro, ahora llamadas Nutri H, es semifinalista de la iniciativa Una idea para cambiar la Historia 2019, organizado por History Channel en Latinoamérica. Esto por dos razones: uno, por el valor de su iniciativa y la necesidad de replicar historias como las de él en nuestro país, y dos, para poder apoyarlo con nuestros votos durante el concurso. Sobre el primero de los puntos, hay que decir que, felizmente, en nuestro país existen mas talentos como el de Julio, jóvenes de bajos recursos de distintas partes de nuestro territorio que no se permiten excusas y aprovechan la oportunidad que les da programas como Beca 18 para salir adelante. A continuación les dejamos solo algunos casos similares al del creador de las galletas contra la anemia, que son apoyados por buenas iniciativas del Estado.

Abel Rojas Pozo. Estudiante del último ciclo de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la universidad peruana Cayetano Heredia. Tiene 24 años y el año pasado implementó Nutricuy, un proyecto de tecnificación de la crianza de cuyes en la comunidad de Huayllaspanca, distrito de Sapallanga, provincia de Huancayo (Junín).

“Antes de iniciar el proyecto, en Huayllaspanca se criaban cuyes a la usanza tradicional de nuestra sierra, es decir, dentro de las casas, corriendo por el patio o en la cocina. Los animales no tenían un espacio propio, ni eran separados según sus roles como mamíferos. De esta manera era fácil que se enfermen o que no crecieran ni se reprodujeran en todo su potencial”, recuerda Abel, natural de Ayacucho, pero huancaíno de corazón, y ganador de Beca 18, convocatoria 2014.

Al cabo de 11 meses de trabajo, con la participación activa de la mayoría de las 225 familias de la comunidad, Nutricuy logró aumentar en casi 500% el número de cuyes de los participantes. La alumna más aplicada de Abel es Primitiva De la Cruz, quien empezó menos de 10 cuyes, pero ahora alimenta a 50, tan grandes y saludables que fueron distinguidos por su calidad en una competencia del voluntariado Salud Pública Veterinaria (Sapuvet), integrado por docentes,

AGUA PURA

Alim Yaku (agua limpia o saludable, en quechua) es un purificador de agua que funciona con energía solar y permite -en un lapso de 60 segundos-, convertir hasta tres litros de agua de cisternas y pozos sin tratar en agua apta para el consumo humano. Surgió como un proyecto académico de las becarias Karla Villalobos, Mly Huiza y Hiromy Mezahuamán. Ellas tienen 21 años y cursan los últimos ciclos de Biología, Farmacia y Bioquímica, y Nutrición, respectivamente, en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, gracias a Pronabec.

“Una de las cosas que más recuerdo de mi ciudad es lo difícil que era conseguir y tratar el agua. Según la zona en la que te encontrabas, tenías agua por unas dos horas y esta no estaba precisamente limpia o apta cuando la recogías. Había que hervirla, y para eso gastabas en luz o gas, aparte de lo que ya te pudo haber costado comprarla”, comenta Karla, quien en el 2014 dejó su natal Jaén, en la región Cajamarca, para estudiar en Lima.

A la fecha, ellas ultiman detalles para iniciar pruebas de campo con Alim Yaku en dos distritos de Lima. Además de medir el uso que le darán sus potenciales beneficiarios, desean corroborar la efectividad del tamaño y portabilidad del purificador, pues confían en que también sirva en situaciones de emergencia como sismos, desbordes de ríos y huaicos.

Yemily Cristina Cruz Quispe. Tiene 22 años y en diciembre próximo egresará de la carrera de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) Inicial, la cual estudió en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Nacida en la comunidad aimara de Huillacaya, en el distrito de Acora, a orillas del lago Titicaca (Puno), Yemily tiene previsto regresar a su comunidad para implementar las técnicas de enseñanza y adaptación intercultural del Currículo Nacional que ha realizado en los últimos cinco años, como parte de su formación profesional. De esta manera, busca contribuir con la mejora de la educación básica de los niños aimara.

“Junto a compañeros de la carrera EIB presentamos la investigación Reconociendo la Etnomatemática en las prácticas del tejido y bordado aimara ante la Universidad de Antioquia, en Medellín, Colombia. El trabajo obtuvo una muy buena crítica entre la comunidad académica especializada. Esto me llena de orgullo, pues como parte de la primera promoción EIB de mi universidad estamos contribuyendo a que nuestras lenguas originarias sean visibles y más conocidas por todos”, asegura Yemily.