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(Foto: Rolly Reyna)

Para la mayoría de peruanos, el 29 de enero de 1995 era un día en el que no sucedía nada extraordinario, nada relevante. Era verano y todo se resumía en sol, arena y mar. Incluso hasta hoy, muchos no recuerdan ningún acontecimiento especial, nada que recordar.

Lo cierto es que, en esas fechas, a cientos de kilómetros de distancia, pero aún en territorio peruano, se desarrollaba un conflicto bélico entre el Perú y Ecuador. La guerra se disputaba con intensidad y día a día se luchaba por la defensa de nuestro territorio.

El Comercio fue testigo excepcional. Durante la cobertura se registró una de las escasas imágenes existentes de un combate aéreo: el derribo de un helicóptero peruano con toda su tripulación, debido a un misil enemigo. El piloto, Luis Alberto García Rojas, fue declarado héroe nacional en el 2006.

También se obtuvieron imágenes inéditas desde la última base peruana, en Ciro Alegría, y otros puestos de vigilancia en la frontera. Eran lugares inaccesibles para cualquier periodista.

La obtención de fotografías desde el frente de combate cumplió los requisitos más importantes del fotoperiodismo: la objetividad, la veracidad. Era además una información exclusiva: a partir de esta imagen, muchos peruanos entendieron que en el norte había una guerra, una guerra real.

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