Vamos a decirlo así, para que enfurezcan: el fútbol peruano no produce un crack desde Farfán. Prueba nuestro orgullo y nuestra pobreza. Todos los jóvenes que surgieron después de Jefferson se han quedado –hasta ahora- en el rubro aspirantes: ni Yordy ni Deza ni Polo. Ni Cueva. Bastaría decir que a los 20 años, la edad de estos chicos, Farfán fue el goleador local de la Eliminatoria al Mundial 2006. Detrás de Ronaldo, el Fenómeno. Y aunque eso puede parecer lejano, prehistoria, la última vez que Farfán fue futbolista en serio ocurrió en el 2015, cuando ya arrastraba problemas físicos (y todo lo demás). Goles a Chile, golazo a Paraguay y muy aceptable Copa América. Salía en Amor, Amor, Amor, sí; pero también hacía los goles que nos enamoraban a todos.
En 2017, cargado de lesiones, en el partido más importante de su vida -de la vida del país futbolero- hizo el 1-0 contra Nueva Zelanda en el repechaje y bueno, 70 minutos después, Perú volvió a un Mundial.
Eso se llama ser predestinado.
De eso -más que eso- tratará su película, El 10 de la calle, una biopic que, según ha declarado el propio Jefferson, busca ser lo más honesta posible. El tráiler, 2:30m estrenados en noviembre del 2019 en el canal de YouTube de Lfante Films, la productora peruana liderada por Martín Casapia (Director General), Carlos Linares (Productor General) y Jorge Olivas (Productor General), repasa los cinco hitos de su biografía, de urgente visionado en todos los colegios donde los muchachos sueñan más con pichanguear en el recreo que hacer ecuaciones con la Miss de Matemáticas. ¿Por qué? Pocos futbolistas peruanos como Jefferson para saber cómo encarar la pobreza y sortearla, pocos hombres como él para sobrellevar las lesiones graves con paciencia y estoicismo; pocos profesionales que pueden decirnos, sin problema, cómo es el infierno y cómo el regreso a casa.
De esto trata, en una lectura a prisa, La Foquita: El 10 de la Calle.
1) Las noches en que, junto a su madre, Charo Guadalupe, participaba de las largas jornadas del elenco de Perú Negro, donde aprendió a amortiguar la cintura y el freno.
2) El pase a Municipal, donde compartió -dato caleta- divisiones inferiores con quien luego sería una de las voces más polémicas de la cumbia a inicios del 2000: Luis Sánchez, de Skándalo.
3) El fichaje a Alianza y su sociedad irrompible con Paolo Guerrero.
4) El gran contrato con PSV de Holanda, el sueño de niño.
5) Su vida personal, y la persecución sobre ella: el verdadero filme en tiempo real.
La Foquita: El 10 de la calle se estrena este 30 de enero próximo en todas las salas de cine del país. “Cumplir mis sueños fue mi meta, la calle el origen de todo”, escribió Jefferson Agustín Farfán Guadalupe en su cuenta de Instagram, que ya tiene 3′065 millones de fans.
Nombre completo, que sin ella, la mamá, no habría película ni final de película.