Eran mediados de 2018 cuando la fotógrafa Maricé Castañeda, colaboradora de esta revista, hizo un viaje familiar a Chavín de Huántar (Áncash) y –por esa pasión que tiene por enseñar– aprovechó para realizar un taller de fotografía básica con los niños que vivían cerca del sitio arqueológico. Experiencia similar tuvo la directora Ivonne Sheen cuando, en setiembre de ese año, asistió como invitada a un festival de cine en Bolivia, donde tuvo la oportunidad de brindar un taller en un colegio en las afueras de La Paz. Una vez en Lima, las artistas audiovisuales se reunieron para tomar una importante decisión: expandir Taller Helios (que, desde inicios del mismo año, brindaba talleres a niños y adultos en Lima) a zonas rurales.
Al siguiente año postularon al Concurso Nacional de Proyectos de Gestión Cultural de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO), del Ministerio de Cultura, bajo una premisa: que los niños conecten con el entorno a través de la fotografía estenopeica (técnica en la que se obtienen imágenes mediante equipos artesanales) y el lenguaje audiovisual. “Ahora los niños están muy cercanos a la pantalla [del celular] y los desconecta de su propia percepción. Lo que queremos es generar un recorrido en el que los menores puedan profundizar, conectar y reflexionar sobre lo que los rodea a través de lo audiovisual”, explica Sheen.
La propuesta innovadora ganó y, con ese financiamiento, emprendieron viajes a sitios arqueológicos pertenecientes al Periodo Formativo (1.200 a. C.-100 d. C.). El primer destino fue Chavín de Huántar, donde contactaron con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash y los directores del recinto. Son ellos quienes, además de brindar las autorizaciones, ayudan en la convocatoria a niños vecinos del monumento arqueológico. Este método se aplica para el resto de lugares: Kuntur Wasi (Cajamarca), Kotosh (Huánuco), Cerro Ventarrón (Chiclayo), Sechín (Áncash) y Garagay (Lima).
MANOS A LA OBRA
Las primeras clases son sobre estudios de la luz. “Les explicamos cómo está compuesta la luz y cómo funciona nuestro ojo. Una vez entendido el mecanismo, pasamos a la construcción de las cámaras estenopeicas (a base de latas o cartón con un agujero en el medio para que ingrese la luz). En la fotografía estenopeica trabajamos a intuición el tiempo de exposición. Después vamos al laboratorio con los niños y vimos si funcionó o no. Como una especie de experimento”, explica Sheen.
Al segundo día aprenden sobre los fotogramas y quimigramas (técnica pictórica que produce imágenes combinando procedimientos y materiales propios de la pintura y de la fotografía). En el tercer día realizan una introducción al cine con animación experimental. “Hacemos que los niños pinten sobre una película de 16 milímetros transparente (sin emulsión) y les pedimos que hagan una animación con motivos del sitio arqueológico o de la cultura”. En su último día trabajan en ejercicios de percepción sonora, además de un registro de video, donde comparten sus testimonios.
“Para nosotras, es enriquecedor este proyecto no solo porque es ir a enseñar para que aprendan a usar una cámara, sino que creamos una relación con los niños”. A futuro, anuncia Sheen, se publicará la correspondencia (postales de fotografías estenopeicas tomadas en los talleres con un testimonio del niño sobre el sitio arqueológico) y un corto documental sobre la experiencia. A estar atentos. //
SEPA MÁS
En Lima, Taller Helios brinda cursos especializados y seminarios para adultos de la mano del crítico de cine José Sarmiento. Maricé Castañeda e Ivonne Sheen realizan la parte práctica del taller. Contacto: tallerhelios@gmail.com.
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