Los pequeños dromedarios brincan, corretean y patean al aire con la felicidad que inspira el sol de Ica, su hogar y su lugar de nacimiento. “Son unos animales muy cariñosos e inteligentes. Es imposible no encariñarse con ellos”, señala el médico veterinario Joannes Ríos, quien ayudó en las labores de parto de las tres hermosas criaturas.
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Juanito, hijo de Gringa, fue el primero en nacer (el 29 de agosto). Fue la primera vez que en tierra iqueña se concebía y nacía un dromedario. La noticia llenó de orgullo a los iqueños, que aún tenían una espina clavada en el corazón después de que muriera –15 años atrás– una decena de dromedarios donados por el reino de Marruecos con la idea de fomentar su reproducción en el oasis de la Huacachina. Se habló de envenenamiento y sabotaje político y también de descuido hacia animales que fueron un atractivo de feria. De ese grupo nació Estrella, cuya madre llegó preñada de Marruecos. La bebé también tuvo un final lamentable.
Pero estos camellos llegados de islas Canarias viven una realidad diferente. Lucen bien cuidados y aislados, a bastantes kilómetros de la capital iqueña, en un centro de investigación creado para ellos y rodeados de un paisaje muy similar a los desiertos arábigos, salvo por el color de la arena.
La prueba de que se sienten a gusto es que de agosto a la fecha ya son tres los nacimientos registrados. El segundo en nacer fue Carmelo, hijo de Lola, el 9 de setiembre. Y la nueva bebé es Estrellita, hija de Vieja, y llamada así en recuerdo de la fallecida primera dromedaria nacida en el Perú, en el campo ferial de Ica. Estrellita, la actual, nació el 20 de setiembre y luce hermosa y dispuesta al juego.
SEGUNDO HOGAR
Los pequeños ven al doctor Ríos como a una segunda mamá. No solo porque les da el biberón con leche de dromedaria, sino porque fue el primer ser que vieron al llegar al mundo. “Aquí hacemos investigación porque hay poca información sobre estos animales. Todo lo que conseguimos nosotros es novedad para el mundo”, dice Joannes Ríos. Las primeras investigaciones estuvieron centradas en la adaptación y reproducción y serán publicadas pronto, según el científico.
José Luis Elías Avalos, presidente fundador de la Universidad Privada San Juan Bautista, fue uno de los iqueños que quedaron tristes con la desaparición de los primeros dromedarios traídos al Perú por gestiones del ex congresista Luis Gonzales Posada (2004).
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Luego de entablar amistad con veterinarios de islas Canarias y de realizar gestiones diplomáticas y aduaneras, Elías trajo los seis primeros dromedarios hace tres años. Posteriormente vinieron cuatro y, además, una pareja de camellos nacidos en Alemania. La llegada produjo mucha algarabía a Ica. Según Elías Avalos, el propósito fue que la Universidad Privada San Juan Bautista tuviera, dentro de su escuela profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, animales camélidos de la misma familia que nuestros auquénidos. Asimismo, que la escuela de Turismo, Hotelería y Gastronomía de dicha casa de estudios se viera fortalecida con las visitas. “Va a ser un importante salto del turismo. Están llegando carpas marroquíes, carpas reales que usa la corte de ese país. Estamos convencidos de que será un desarrollo tremendo para el Perú, y sobre todo para Ica”.
De hecho, ya varios visitantes han disfrutado de paseos en dromedario al estilo de El Cairo, Dubái y Marruecos. El lugar está acondicionado para recibir turistas. Tiene palmeras, carpas y un campo de césped con muebles para disfrutar bajo sombra de los vinos y piscos que produce la universidad. Con la pandemia se frenó el flujo de turismo pero al parecer muy pronto se retomará con los protocolos establecidos. //
¡NO JOROBES!
Los dromedarios son originarios de la península arábiga y están mejor adaptados a los climas calurosos. En cambio, los camellos son naturales de las zonas frías de Mongolia y China y están preparados para soportar temperaturas muy bajas. Los primeros son más altos y resistentes a largas travesías y los segundos tienen mejor capacidad para trepar montañas.
Las jorobas en ambas especies son depósitos de grasa para soportar entre una semana y diez días sin comer ni beber. Las dos jorobas del camello sirven, además, como abrigo. El Centro de Producción de Dromedarios y Camellos de la Universidad Particular San Juan Bautista se encuentra en el fundo Paracas Verdes (km 268, altura del peaje de Villacuri)
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