Este viaje empieza con su voz. Esa que nos acompaña en el trayecto a su casa de Santa Bárbara, en Cañete, mientras escuchamos las tres canciones disponibles del disco Palabras urgentes, que está próximo a lanzar. Es casi mediodía y Susana Baca (Lima, 1944) nos recibe con una sonrisa e invita a pasar a un comedor al aire libre para hacer la entrevista. El mar rompe a pocos metros y parece emitir una onda relajante que se apodera del lugar. Saco la grabadora y cuando estoy a punto de presionar el botón “Rec”, Susana no me permite dejar en el suelo la mochila que traigo conmigo. “Nooo… se va la plata”, me dice en voz baja, como si me contara un secreto, y yo de inmediato recojo mis pertenencias y las acomodo sobre una silla. “Eso te decía Chabuca cuando ibas a su casa: si ponías la cartera en el suelo, te mandaba a recogerla”, recuerda entre risas.
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