Tres fijos en el Mundial: Santamaría, Tapia y Farfán. Solo falta saber cómo se organizará el equipo cuando regrese Paolo, el capitán. (Foto: AFP)
Tres fijos en el Mundial: Santamaría, Tapia y Farfán. Solo falta saber cómo se organizará el equipo cuando regrese Paolo, el capitán. (Foto: AFP)
Miguel Villegas

Los días deberían tener menos horas, los álbumes estar llenos y el Mundial más cerca. Mientras tanto, Perú juega, se prepara, se deja conocer. ¿Qué hizo bien y qué mal en estos dos partidos ante Croacia e Islandia? Aquí unas conclusiones. 

  1. LA LISTA FINAL 

    Desde el próximo 4 de junio, 23 futbolistas peruanos cumplirán el sueño de ir a un Mundial. Solo 23. ¿Quiénes son fijos? ¿Quiénes tienen chances? ¿Por dónde pasan las dudas, si las hay? Si descontamos que la FIFA exige llevar tres arqueros (Gallese, Cáceda y Carvallo) y la idea es convocar a dos elementos por puesto, se descuenta: a) los 18 que aparecen en el álbum Panini tienen la prioridad, básicamente por sus presencias en estos dos años; b) hace falta un reemplazo para Yotún –por características, lanzador, panorama, juventud y experiencia europea, sería Sergio Peña– y para Trauco –Loyola o Abram–; c) Anderson Santamaría se ganó el puesto en la zaga y d) queda un solo cupo que se definirá por necesidades/lesiones/momentos. Sale entre Cartagena, Benavente y Da Silva.

  2. EL PRESTIGIO RECUPERADO

    El futbolista más rápido del mundo ya no es Gareth Bale, es peruano. El himno cantado con mayor fuerza en un estadio en los amistosos FIFA es el peruano. El técnico que salió en la portada del sitio oficial de la FIFA es el de Perú. Luis Advíncula, los hinchas en Miami y Ricardo Gareca no lo hicieron solos. Un comando técnico, un plantel de jugadores, una FPF facilitadora y, esencialmente, resultados: desde el 15 de noviembre del 2016 –derrota 2-0 ante Brasil–, Perú no pierde. Pasaron Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nueva Zelanda, Paraguay, Jamaica, Croacia e Islandia; empató con Venezuela, Argentina, Colombia y Nueva Zelanda. Ocho victorias y cuatro empates. El puesto 11 en el ránking FIFA ahora sí cobra sentido. Es prestigio. Diciembre del 2010: Perú último de la Eliminatoria a Sudáfrica, la selección que menos ganó (3), la que más perdió (11) y la de más grosera diferencia de goles en contra (-23). Los primeros amistosos posdescalabro fueron ante Canadá y Jamaica. El primero, un país sin torneo profesional. El segundo solo jugó una vez el Mundial. El tiempo y la paciencia sirvieron.

  3. LA CONEXIÓN CON LA GENTE 

    Era de los que silbaba cuando pedían voluntarios para izar el pabellón nacional los lunes. Y es verdad, mis amigos cantaban el himno bajito. Nunca vi a nadie ir a trabajar con camiseta de la selección y menos pedirla de regalo. Daba roche porque Perú perdía; ser hincha de la selección era un castigo. Pero los tiempos cambian; los jugadores y los dirigentes, también. Nosotros, también. Sirva video del himno entonado en Miami para archivar años de vergüenza, las caravanas en la Eliminatoria, la sensación de que, por fin, hay un salvavidas para que no nos ahogue el fango de las noticias. Y que todos los que ahora celebran orgullosos los goles de ‘Orejas’ y Jefferson no se lo queden: herédenlo. Solo el fútbol peruaniza. Creo que ya se dieron cuenta.

  4. LA SOLIDARIDAD DEL SUPLENTE

    Ya había pasado, no es nuevo: el titular se apoya en un gran suplente. Aldo Corzo jugó los últimos tres partidos más importantes de Perú en la Eliminatoria. Arrancó contra Ecuador, ante Argentina, versus Colombia. Y lo era, regularmente, desde la fecha 5. Pero ante Nueva Zelanda en Lima, cuando la selección se jugaba el pase al Mundial, fue al banco. Como ahora ante Croacia. Y como aquella vez, hoy se portó igual: ayudó al nuevo titular Luis Advíncula a entrenarse más y mejor. Pasa lo mismo con Benavente: no es un extraño ni nada parecido, pese a que lucha un cupo. El equipo por encima de uno.

  5. EL JUEGO PERUANO

    Perú es uno cuando debe proponer, otro cuando espera. Cuando le toca protagonizar –como ante Colombia en Lima, el 1-1–, sus llegadores se vuelven previsibles y el pelotazo largo a Paolo es la única arma. Cuando la pelota es del rival, en cambio –así será en el Mundial–, la selección puede golpear mejor, básicamente, por su precisión: difícil que Trauco, Yotún, Flores, Cueva, Tapia y Farfán pierdan en ese juego. El gol a Croacia es una prueba: sin Guerrero, Perú puede ganar a partir de una contra letal. Si a eso le sumamos que todos sus atacantes tienen gol, vamos por buen camino. 

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