Almorzamos con cerveza. Inauguramos con cerveza. Enterramos con cerveza. El cebiche pasa con cerveza. Como la parrilla o los viernes por la tarde. O la pena. Si estás feliz, buscas a un amigo y abres una cerveza. Si estás triste, también. Un estudio del 2007 dice que un peruano toma 45 litros de cerveza al año. Somos cariñosos: si no es cerveza, es ‘chelita’. El Perú es el quinto país de la región en consumo de cerveza. En 2008, una niña prodigio, Wendy Sulca, cantó Cerveza, cerveza y hoy tiene 18 millones de reproducciones en YouTube. Eso nos enseñó lo que es un viral. Los tres equipos de fútbol más importantes del país tuvieron alguna vez como auspiciador a una cerveza. Uno de ellos llama a sus hinchas ‘cerveceros’. La selección peruana entrena en Videna con dos afiches gigantes de cerveza que dicen: ‘Aquí no se suda, se deja el alma’. El día en que volvimos a ser felices, la clasificación al Mundial, la gente no tomó más cerveza: se bañó con ella.
Nos sobran los motivos para tomar una cerveza. Pero ninguna razón es suficiente para comprar alcohol ilegal o hacerlo hasta morir.
En momentos en que Lima –el Perú– se organizaba para viajar por Semana Santa, la pregunta llegó hasta las oficinas de Backus y Johnston S.A.A., la empresa líder de la industria cervecera en el Perú. ¿Qué hacer para evitar tristes espectáculos en la calle, groseras caravanas de zombies, aturdidos regando calles con orines? La Municipalidad de Huamanga, el Patronato de Pikimachay, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Devida y Creser, además de Backus, decidieron organizarse a partir de la iniciativa ‘Semana Tranqui’ –y su primera acción, este 28, Intervención Piloto en Ayacucho–, la cual informará y empoderará a la población para disminuir la comercialización y el consumo nocivo de alcohol ilegal. El gran objetivo hacia el 2023: reducir el consumo de este tipo de bebida en un 10%. Para que las Semanas Santas que vienen sean, digamos, una real Semana Tranqui.
Más sobre la campaña este sábado en la edición impresa de la revista Somos.