El avión Solar Impulse 2 deberá permanecer al menos una semana en la ciudad japonesa de Nagoya (centro), donde tuvo que realizar una escala imprevista el lunes por la noche a consecuencia del mal tiempo, al detectarse algunos desperfectos, anunció su piloto.
"Nos costará una semana repararlo. Hay pequeños desperfectos, nada importante", declaró el piloto suizo André Borschberg a los periodistas el miércoles por la noche.
A pesar de las precauciones adoptadas por el equipo, uno de los alerones se dañó horas después de aterrizar en Nagoya, donde además el aparato estuvo expuesto al viento y a la lluvia durante horas mientras llegaba un hangar especial desde China.
El Solar Impulse 2 es una aeronave frágil, que no fue concebida para permanecer a la merced del viento, el calor o la lluvia, incluso en tierra. El hangar, donde ahora se encuentra, llegó el martes por la noche.
Tras ser reparado, este avión solar deberá esperar una mejora de las condiciones meteorológicas antes de despegar de nuevo rumbo a Hawái.
El Solar Impulse 2, cuyas alas están recubiertas de más de 17.000 células fotovoltaicas, partió el 9 de marzo de Abu Dabi para una vuelta el mundo de 35.000 kilómetros.
Su permanencia en Japón, donde empieza la temporada anual de lluvias, se desconoce por el momento, pero el equipo debe resignarse a esperar. En China, el aparato ya tuvo que esperar un mes antes de que las condiciones meteorológicas le permitieran despegar de nuevo.