No es un pájaro ni es un avión, es Hyperloop, una cápsula que se mueve a 1.200 kilómetros por hora dentro de un tubo de acero que realizará su primer trayecto en 2021 y en cuyo diseño participan instituciones de todo el mundo.
Este revolucionario proyecto acaba de capturar todas las miradas en la cumbre Internacional del Ferrocarril que se celebra esta semana en Viena.
Knut Sauer, vicepresidente de desarrollo de este proyecto, pronosticó que "viajar con Hyperloop será accesible para todo el mundo".
"Será significativamente más barato que viajar en avión dentro del mismo continente", aseguró en declaraciones a la agencia EFE en Viena.
Este novedosos medio de transporte consiste en una cápsula, con capacidad para una treintena de pasajeros, que levita y se desplaza a 1.200 km/h por el interior de un tubo de acero, al que previamente se le ha quitado el aire para evitar el rozamiento, lo que disminuye el gasto energético y aumenta la velocidad.
Hyperloop es un concepto de diseño abierto, sin patente, presentado en 2013 por Elon Musk, el fundador de la empresa aeroespacial SpaceX, de la firma de vehículos eléctricos Tesla y de la empresa de pagos electrónicos Paypal.
Promete ser un sistema rápido, barato, con salidas casi inmediatas para el viajero y sostenible para el medioambiente.
"Esa es una ventaja porque los medios de transporte que circulan hoy en día gastan mucha energía que aumenta exponencialmente si aumentas la velocidad. Ese es el problema que tratamos de solucionar con Hyperloop", asegura Sauer.
"Será posible vivir en Los Ángeles y trabajar en San Francisco", un recorrido de 563 kilómetros que se hará solo en 35 minutos.
Una de las grandes preguntas del proyecto es cómo conseguir la levitación de los trenes dentro de la cápsula.
Daniel Orient, un estudiante de aeronáutica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) se juntó con cuatro compañeros de carrera para presentar en el concurso internacional "SpaceX's Hyperloop Design Weekend" en enero en la Universidad A&M de Texas (EEUU) su idea de levitar los trenes mediante un imán que atrae la cápsula desde el techo y no sobre unos raíles.
Los valencianos consiguieron los primeros premios en la categoría de Diseño General y en la subcategoría en Compresión y Propulsión, donde competían equipos de 162 universidades de 16 países.
"No nos esperábamos ganar nada por la competencia de otras universidades de mucho prestigio con equipos de mucha más gente y recursos ilimitados", explicó Orient.
"La ventaja es que si pones un imán permanente, esa levitación es gratis. Ese imán te da la fuerza de levitación sin que tengas que gastar energía para hacerlo", explicó este estudiante de Ingeniería Aeronáutica.
Las ideas como estas podrían ser utilizadas para llevar del papel a la realidad el proyecto de Hyperloop.
"Para nosotros es como si hace cien años te preguntaran si te gustaría participar en la construcción del primer avión. Siempre podremos contar que nosotros vivimos el nacimiento de este medio de transporte si al final se lleva a cabo", dijo Orient.
El directivo de Hyperloop, por su parte, aseguró que con la colaboración de las mejores universidades y con la competición de varias compañías por desarrollar la cápsula, "se puede alcanzar todo el desarrollo".
"El plan de Elon Musk es tener una competición sobre la idea que él puso sobre el papel y que todo el mundo participe en una carrera por encontrar la mejor solución para su idea", explicó Sauer.
En abril se probará por primera vez un sistema de propulsión en el desierto de Las Vegas donde se están construyendo los tubos de acero y a finales del año Hyperloop espera probar allí también el concepto a escala real.
Aunque varios grandes países, como Estados Unidos y Rusia, han mostrado interés en Hyperloop, es posible que se vea el primer tren bala en un tubo en el Golfo Pérsico, tan pronto como el año 2021.
Los Emiratos Árabes Unidos son el sitio más favorable en términos de inversión y de regulación", aseguró el directivo. Estimados indican que la construcción de Hyperloop sería de entre 100 y 170 millones de dólares.
"Creemos que la llegada del primer Hyperloop (allí) podrá cambiar las regulaciones para adaptarlas a esta nueva tecnología, como ya se hizo con los coches autónomos en California", concluye.
Fuente: EFE