Nuevas investigaciones refuerzan las evidencias de que un simple análisis de sangre podría emplearse algún día para detectar las conmociones cerebrales. Los estudios sugieren que una proteína asociada al trauma cefálico podría estar presente en la sangre hasta una semana después de la conmoción, lo que podría ayudar a diagnosticar a los pacientes que demoran la búsqueda de tratamiento.
En el estudio participaron pacientes de un hospital en la Florida y los resultados son preliminares. Un análisis de sangre para detectar traumatismos craneales sobre la base de las proteínas estudiadas o de otros biomarcadores está todavía a años de distancia.
Pero un editorial publicado el lunes en la gaceta médica “JAMA Neurology” dijo que los resultados "son un paso importante" hacia el desarrollo de un examen que se pueda usar sea en un campo de batalla, sea un campo deportivo o el consultorio de un médico.
El doctor Ramón Díaz Arrastia, coautor del editorial e investigador de la Universidad de Ciencias de la Salud de los Servicios Uniformados, dijo que probablemente varios biomarcadores resultarán útiles para diagnosticar conmociones, "cada uno de los cuales nos dirá algo levemente distinto" sobre el traumatismo.
La doctora Linda Papa, especialista en medicina de emergencia en Orlando, y sus colegas analizaron a unos 600 pacientes en el Centro Médico Regional. La mitad había sufrido conmociones en accidentes de auto, caídas, deportes y otras actividades. La mayoría eran casos leves con pérdida de la conciencia, amnesia o desorientación, entre otros síntomas. Los demás habían sufrido fracturas u otros tipos de traumatismos no craneanos.
Se tomaron muestras de sangre cuatro horas después del accidente y luego periódicamente durante siete días. Los análisis midieron las proteínas GFAP y UCH-L1, presentes en las células cerebrales. En un traumatismo craneano, las proteínas pueden filtrarse al torrente sanguíneo, dijo Papa. Otras investigaciones han demostrado que los niveles de proteínas son más elevados cuanto más grave es la lesión.
En este estudio, los niveles de las dos proteínas fueron mucho más altos en los pacientes con conmoción. Los niveles eran bajos en casos en que no hubo conmoción, tales como los pacientes que sufrieron un golpe en la cabeza pero no una verdadera conmoción, dijo Papa.
Los niveles de UCH se elevaron rápidamente y se redujeron en gran medida en menos de dos días, mientras que los de GFAP fueron detectables durante la semana siguiente al traumatismo.
Muchas personas que sufren conmociones aplazan la cita con el médico porque creen que el traumatismo no es grave, pero a los pocos días deciden buscar tratamiento ante la persistencia de los síntomas, dijo Papa. Añadió que los análisis de sangre serían de ayuda para diagnosticar a estos pacientes y determinar si requieren análisis neurológicos u otros tratamientos médicos. Habitualmente los médicos recetan reposo hasta que desaparezcan los síntomas.
Fuente: AP