El amor no es un concepto ajeno a la ciencia, pues por mucho tiempo los especialistas han estudiado en qué parte del cerebro se forman los sentimientos amorosos y cómo estos afectan al cuerpo. Ahora, un estudio publicado este año en la revista PLoS Biology trató de averiguar cuáles son los beneficios que se dan cuando uno está en una relación donde hay amor.
Para esto, los especialistas realizaron un curioso experimento en pinzones cebra, una especie de ave que tiene grandes similitudes con los humanos en aspectos como el cortejo, la monogamia y el cuidado de las crías.
Los científicos permitieron a 20 hembras escoger libremente al macho de su elección. Luego de establecerse las parejas, a 10 se les permitió estar juntas, mientras que las demás fueron separadas y obligadas a juntarse con un compañero distinto al elegido previamente.
Lo sorprendente fue que en el caso de las parejas "enamoradas", el número de crías supervivientes fue un 37% más que en las parejas a las que se les obligó juntarse. Estas últimas tenían tres veces más huevos no fecundados en sus nidos.
Aunque se observó que los machos de las parejas forzadas eran tan atentos con sus compañeras como los de las parejas "enamoradas", las hembras respondían de una forma más negativa y tendían a aparearse con menos frecuencia.
Pero eso no fue todo, se descubrió también que las parejas obligadas eran menos afectuosas y más infieles, a diferencia del otro grupo.
Se concluyó que el escoger al compañero hace que la hembra pueda tener más crías y se esfuerce más en cuidarlas, y que también el macho se comprometa más en la paternidad. De esta manera, se logra una descendencia próspera y se mantenga la especie.