Un estudio realizado por científicos de la Universidad Estatal de Oregón (EE.UU.) halló que la dieta con alto contenido de grasa o azúcares provoca cambios en determinadas bacterias intestinales relacionadas con una pérdida valiosa de la “flexibidad cognitiva”, es decir, la capacidad mental que tienen las personas para entender varios conceptos diferentes y pensar en múltiples valoraciones simultáneamente.
Los investigadores demostraron, además, que esta consecuencia negativa para el funcionamiento cognitivo se ve agravado aún más con las dietas altas en azúcares, ya que el azúcar provocaba un deterioro del aprendizaje temprano en los niños, tanto en la memoria a corto plazo como en la memoria a largo plazo.
Para comprobar la alteración del microbioma (formado por unos 100 billones de bacterias), que provocaría la disfunción cognitiva, los investigadores realizaron un experimento con ratones de laboratorio a los que suministraron distintos tipos de dieta y sometidos posteriormente a varias pruebas para registrar los posibles cambios en sus funciones físicas y mentales en relación con la dieta que había seguido cada grupo de roedores.
Según el estudio publicado en la revista Neuroscience, con solo cuatro semanas de dieta alta en grasas o azúcares, los ratones comenzaron a perder eficacia en las pruebas, en comparación con los que habían seguido una dieta saludable.
“Cada vez está más claro que las bacterias intestinales pueden comunicarse con el cerebro humano: esas bacterias pueden liberar compuestos que actúan como neurotransmisores, estimulan los nervios sensoriales o el sistema inmune, y afectan a una amplia gama de funciones biológicas", explican los autores del trabajo. "Aún no estamos seguros exactamente de cómo se envían esos mensajes, pero los estamos siguiendo por sus efectos”, añaden.
Fuente: Muyinteresante.es