Llega el verano y muchas personas buscan métodos milagrosos para bajar de peso y ponerse en forma. Una de las alternativas más populares son las cremas reductoras que prometen reducir medidas en pocos días, e incluso en minutos. Sin embargo, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID) alertó en un comunicado que esta promesa es falsa porque “es imposible quemar grasa y bajar de peso sin hacer ejercicios y sin alimentarse de manera adecuada”.
Al ser de aplicación superficial, las cremas cosméticas solo trabajan a nivel de la epidermis (piel) y no pueden causar ningún cambio en la parte interna del organismo como es necesario para lograr el adelgazamiento. “Un cambio de este tipo en el cuerpo solo puede ocurrir si se presenta una modificación metabólica (transformación química, física y biológica que sucede al interior de los seres vivos) y no por la acción de estas cremas”, enfatizaron los especialistas de DIGEMID.
Al ser registradas como productos cosméticos, las cremas reductoras no especifican en su Notificación Sanitaria Obligatoria la supuesta capacidad para quemar grasa que sí se promete en la publicidad. Estos productos están regulados en la Decisión 516 sobre Armonización de Legislaciones en materia de Productos Cosméticos de la Comunidad Andina de Naciones que recalca su efecto exclusivo en la zona de la epidermis.