Washington (AP). La gente le teme un poco más a los huracanes con nombre masculino que a los de nombre femenino, según un estudio.
Pero resulta que los huracanes con nombre femenino han sido más devastadores en Estados Unidos que sus contrapartes masculinas, posiblemente porque la gente subestimó su peligro, concluyeron los investigadores.
De hecho, dos de las tormentas más letales que tocaron tierra en Estados Unidos desde 1979, cuando se comenzó a poner nombres masculinos a este tipo de meteoros, fueron Katrina y Sandy.
El estudio, que no involucró a expertos en meteorología o ciencias relacionadas a desastres, fue publicado el lunes en la revista “Proceedings” de la Academia Nacional de Ciencias. La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó el domingo.
En seis diferentes experimentos, más de 1.000 participantes indicaron a especialistas conductuales de la Universidad de Illinois, campus Champaign, que se sentirían un poco más impulsados a evacuar sus lugares de residencia ante la llegada de un huracán llamado Christopher que de uno llamado Christina, de Víctor que de Victoria, de Alexander que de Alexandra y de Danny que de Kate. En general les pareció que los nombres femeninos son menos atemorizantes.
"La gente busca significados en cualquier información que recibe", dijo la coautora del estudio Sharon Shavitt, profesora de mercadotecnia. "El nombre de las tormentas le da a la gente información irrelevante, pero ellos sí la usan".
Shavitt dijo que tanto hombres como mujeres calificaron a las tormentas femeninas como menos terroríficas y ambos sexos son más "proclives a pensar que las mujeres son más delicadas y menos agresivas".
Esto concuerda con otros estudios sobre las diferencias de percepción sobre los géneros, dijo Shavitt. Sandy, aunque también puede ser un nombre masculino en inglés, fue elegido como un nombre femenino por las autoridades meteorológicas en el 2012. Shavitt dijo que también fue calificado como femenino cuando le preguntó a un pequeño número de personas que clasificara nombres en una escala masculino-femenina.
Expertos en huracanes y emergencias como Kerry Emanuel, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, expresaron su escepticismo al comienzo. Pero después de algunas consideraciones, algunos —aunque no todos— encontraron algo de mérito en la investigación, subrayando que se trata más de piscología que de ciencia física.
Por su parte, Susan Cutter, directora del Instituto de Riesgos y Vulnerabilidad de la Universidad de Carolina del Sur, rechazó la idea de que las tormentas con nombres femeninos sean más devastadoras y dijo que el estudio es solo una coincidencia.
Para examinar los efectos mortales de los huracanes, Shavitt y el estudiante de doctorado Kiju Jung usaron una escala de Shavitt que califica los nombres de acuerdo a su masculinidad o feminidad. Revisaron la tasa de mortandad por huracanes desde 1950 y notaron que en general las tormentas más mortíferas eran más femeninas.
Otro de los descubrimientos es que la cantidad de daños no es muy diferente entre las tormentas masculinas o femeninas, lo que indica que no se trata del tamaño de la tormenta sino de cómo reacciona la gente a ella, dijo Jung.
Este año, los nombres elegidos para los huracanes son: Arthur, Bertha, Cristobal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo, Hanna, Isaias, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paulette, Rene, Sally, Teddy, Vicky y Wilfred.
Jung y Shavitt dijeron que un nombre les señala peligro: Dolly, porque es considerado muy femenino.