Redacción EC

Washington [EFE]. Estados Unidos gasta unos 50,000 millones de dólares al año por las dietas deficientes que aumentan las enfermedades cardíacas y trastornos del metabolismo. Así lo informó la revista “Public Library of Sciences” (PLoS).

“Hay mucho que puede ganarse en la reducción de los riesgos y costos asociados con las enfermedades cardíacas, los infartos y la diabetes haciendo cambios relativamente simples en la tienda”, señaló Thomas Gaziano, de la División de Medicina Cardiovascular en el Hospital Britham y de Mujeres en Boston. Indicó que el estudio muestra que los alimentos que se compra en el mercado puede tener un gran impacto en la salud y “puede significar una reducción de hasta el 20 % en los costos” relacionados con las enfermedades cardiometabólicas.

Los investigadores analizaron el impacto de diez factores de la dieta, incluido el consumo de frutas, verduras, frutos secos, carnes procesadas y otros alimentos, y calcularon los costos anuales de las enfermedades cardiometabólicas relacionados con los hábitos de alimentación deficientes.

Otros factores considerados fueron los granos y cereales integrales, las carnes rojas no procesadas, las bebidas azucaradas, las grasas poliinsaturadas, las grasas del pescado y el sodio.

Tres fueron los factores dietéticos que contribuyen más en los costos: el consumo de carnes rojas procesadas, el bajo consumo de frutos secos y la escasez en la dieta de alimentos del mar con ácidos grasos del grupo omega-3.

Los granos y cereales integrales, las carnes rojas no procesadas y las bebidas azucaradas también fueron colocadas en los factores de dicho estudio. (Foto: Pexels)
Los granos y cereales integrales, las carnes rojas no procesadas y las bebidas azucaradas también fueron colocadas en los factores de dicho estudio. (Foto: Pexels)

Los científicos tomaron datos de la Encuesta Nacional de Salud y Examen de Nutrición para crear una muestra representativa de la población estadounidense con individuos de entre 35 y 85 años, y sobre ese modelo analizaron los riesgos individuales de las enfermedades cardiometabólicas y los costes asociados.

El equipo encontró que las dietas pobres equivalen a 301 dólares por persona en términos de los costes vinculados con las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, lo cual representa US$ 50.000 millones a nivel nacional, de los cuales el 84 por ciento se deben al cuidado intensivo.

Renata Micha, de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de Nutrición de la Universidad Tufts, que también participó en el estudio, dijo que hay “evidencias acumuladas que sustentan los cambios de política centrados en mejorar la salud de toda una población”.

“Un factor que impulsa esos cambios es la identificación de la carga económica exorbitante relacionada con la enfermedad crónica causada por nuestras malas dietas”, añadió. “Si bien los individuos pueden hacer, y hacen, los cambios, necesitamos soluciones innovadoras, que incorporen a quienes diseñan políticas, la industria agropecuaria y de alimentos, las organizaciones del cuidado de la salud, para aplicar cambios que mejoren la salud de todos en el país”, dijo Micha.