Una nueva técnica genética elimina las mutaciones mitocondriales en los óvulos de ratones, lo que podría ayudar a evitar la transmisión de enfermedades hereditarias, según una investigación publicada por la revista "Cell"
Los investigadores del Laboratorio de Expresión Génica del Salk Institute de La Jolla de California (EEUU) han indicado que las enfermedades que afectan a las mitocondrias, que son pequeñas centrales eléctricas que generan energía en las células del cuerpo, se transmiten de forma exclusiva de madre a hijo.
Actualmente, la única opción para los padres que desean evitar que sus hijos hereden las enfermedades mitocondriales es recurrir al diagnóstico genético pre-implantacional con el fin de seleccionar los embriones, aunque eso no garantiza que el bebé nazca sano.
La científicos indican que esta nueva técnica simple para eliminar las mutaciones mitocondriales en óvulos o embriones en una fase temprana del desarrollo que tiene el potencial de evitar que los bebés hereden las enfermedades mitocondriales.
“Actualmente, no hay tratamiento para enfermedades mitocondriales y nuestra tecnología puede ofrecer una nueva esperanza para los portadores de enfermedades mitocondriales que deseen tener hijos sin la enfermedad”, explica Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de La Jolla, en California (EEUU)
Las células vivas pueden tener cientos -o incluso miles- de mitocondrias y cada una de ellas contiene su propio ADN, una pequeña colección de 37 genes que son esenciales ya que, si mutan, causan una amplia gama de enfermedades y pueden provocar la muerte del recién nacido, reducir su esperanza de vida a unos pocos años, o provocar síntomas durante décadas.
“La mayoría de estrategias actuales trata de desarrollar fármacos para pacientes que ya sufren de estas enfermedades”, detalla Alejandro Ocampo, investigador asociado en el laboratorio de Izpisúa y uno de los primeros autores del trabajo.
“Por eso, pensamos en prevenir la transmisión de estas mutaciones de forma temprana en el desarrollo embrionario”, agrega.
El equipo que ha participado en este estudio está ahora investigando la posibilidad de trasladar esta tecnología a la clínica en óvulos y embriones humanos.
Fuente: EFE