Científicos del Hospital Clínic de Barcelona han analizado con endoscopia la momia del infante Don Sancho de Castilla, hijo bastardo del rey Pedro I ‘El Cruel’ y muerto en 1371, a los 7 años de edad. El examen, en el que también han participado investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, sugiere que Sancho de Castilla no murió envenenado, como se especuló tradicionalmente, sino probablemente por una neumonía. Los expertos publican ahora las imágenes del análisis en la revista Medicina Clínica.
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