Una película de terror, de vaqueros, comedía o drama, generan un efecto distinto en cada persona. Algunas ríen, lloran, se emocionan o se asustan. Pero te has puesto a pensar cómo reacciona tu cerebro mientras vez una película.
Uri Hasson, psicólogo de la Universidad de Princeton, decidió responderse esa pregunta y analizó la actividad cerebral durante una película. Lo que descubrió es que cuando las personas veían el clásico del oeste “El bueno, el Feo y el Malo”, la actividad en determinadas áreas del cerebro aumentaba y disminuía al mismo tiempo en diferentes individuos. Los resultados han sido publicados en la revista Science.
Estas áreas sincronizadas incluyen la corteza auditiva y visual primaria, así como las regiones más especializadas como el área fusiforme facial, se encarga de la identificación de rostros.
Pero no todas las películas mostraron este efecto en el cerebro. Lo que Hasson descubrió es que las películas que poseen grandes efectos especiales, explosiones, cortes rápidos y muchos ángulos de cámara, captan más la atención de los espectadores que las películas con realidades no estructuradas.
Cuando el psicólogo mostró a los espectadores la película de acción “Tardes de perro”, se logró una correlación de actividad cerebral de un 70%. Mientras cuando se les hizo ver la serie cómica “Curb Your Enthusiasm”, se logró sólo un 20%, señala el portal Wired.
Las áreas coloreadas son aquellas que se sincronizaron durante cada película. (Foto: Uri Hasson)
Para Hasson su estudio no puede medir la calidad de una película, si es que será aceptada por el público o no. Pero si serviría para analizar distintos elementos cinematográficos. Por ejemplo, Una película con una mayor actividad cerebral en la corteza frontal de las personas, muestra un mayor énfasis en el pensamiento abstracto y otras funciones cognitivas ‘superiores’. Mientras que las que producen una mayor actividad en partes del sistema límbico, se enfocan más en las emociones.