
El carcinoma de células renales es el tipo más común de cáncer renal en los adultos y ocurre con mayor frecuencia en hombres a partir de los 50 años de edad. Lamentablemente, al no presentar síntomas en su etapa inicial pasa muchas veces desapercibido. En su etapa tardía este mal presenta altas tasas de mortalidad.
“Los riñones son órganos ubicados a cada lado de la columna, encima de la cintura. Los conductos dentro de ellos filtran y limpian la sangre eliminando los productos de desecho y produciendo orina. El cáncer de riñón se forma en la membrana que recubre estos conductos diminutos que están dentro de los riñones generando algunos síntomas”, explica el Dr. Alexis Alva, especialista de Oncosalud a El Comercio.
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Síntomas
La tríada clásica del cáncer de riñón es sangre en la orina, dolor en un flanco y la aparición de una masa abdominal. El problema es que para cuando el paciente presenta los tres síntomas, la enfermedad ha avanzado más allá de un punto curativo.
En la actualidad, la mayoría de los tumores renales son asintomáticos y se detectan accidentalmente durante un examen de imagenología, por lo general, en busca de causas no relacionadas.
Causas
Son factores de riesgo el consumo de tabaco, el uso inadecuado y prolongado de analgésicos para el dolor (tan usados sin receta médica). Asimismo, padecer de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión arterial, diabetes Mellitus, hiperuricemia, tener antecedentes familiares de este cáncer y enfermedades hereditarias como el Von Hippel-Lindau.
Por otro lado, la exposición a algunas sustancias tóxicas como el cadmio (metal) y la exposición a solventes orgánicos específicos como el tricloroetileno, entre otros factores, también puede propiciar la aparición del carcinoma renal.
Diagnóstico y tratamiento
Según Alva, el principal síntoma que debería alertarnos es la presencia de sangre en la orina. Para diagnosticar el cáncer de células renales, después de realizada la consulta con el médico, se debe hacer un examen físico abdominal y apoyarse en pruebas de imágenes y de laboratorio.
Actualmente los especialistas están capacitados para realizar tratamientos como cirugías mínimamente invasivas: laparoscopía con o sin asistencia robótica, permitiéndole al paciente una rápida recuperación con mínimos riesgos postoperatorios.
Sin embargo, como mencionamos líneas arriba “cuando el paciente presenta síntomas, el tumor ha crecido considerablemente y empieza a ocupar los tejidos adyacentes al riñón. Por eso, el diagnóstico temprano de esta neoplasia permite realizar la cirugía y extirpar el riñón afectado total o parcialmente mejorando las expectativas de vida” afirma el galeno.
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