(Foto: difusión)
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Redacción EC

La es un grave problema de salud que incrementa la mortalidad. Es considerada actualmente como una enfermedad crónica que forma parte del síndrome Metabólico, y que condiciona a sufrir otras enfermedades.

Ser obeso es tener un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo, debido a muchos factores como por ejemplo genéticos, estilos de vida inadecuados como malos hábitos alimentarios y poca o nula actividad física, entre otros.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y, sobre todo, la obesidad elevan el riesgo de sufrir enfermedades no transmisibles, tales como las enfermedades cardiovasculares, que fueron la principal causa de muertes en 2012; la diabetes; los trastornos del aparato locomotor, en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones; y algunos cánceres de mama.

Además, de acuerdo a dicha entidad, la obesidad en infantes se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.

Por ello, a continuación brindamos algunas recomendaciones de la nutricionista Ana Veliz, Jefa del departamento de Nutrición de la clínica Anglo Americana, que ayudarán a poder prevenir este mal.

--- Optar por una dieta balanceada ---

Para tener una alimentación balanceada, esta debe ser variada, asimismo, se debe incluir el consumo de alimentos en calidad y cantidades adecuada para cada persona.

Lo adecuado es preferir el consumo de carnes magras, carbohidratos complejos, frutos secos, frutas y verduras, especialmente las que contenga mayor cantidad de agua y alimentos ricos en fibra, que contribuyen a mantener un peso saludable.

Es importante tener en cuenta que una dieta balanceada debe ser recomendada y supervisada por un nutricionista, ya que recomendará los alimentos en función de las necesidades de cada paciente. También es importante complementar estas recomendaciones con una rutina de ejercicios físicos o actividades físicas.

--- Preferir bebidas naturales ---

En cuanto a bebidas, la recomendación principal es optar por el agua. Lo recomendable es consumir de 8 a 10 vasos al día, aunque esta cantidad puede variar según la necesidad de cada individuo.

El beneficio principal del consumo de agua es hidratar al organismo, pero también ayuda a aumentar el metabolismo y saciar el apetito.

Las infusiones y aguas de frutas sin azúcar añadido son otras alternativas que se pueden optar para este propósito. Es importante evitar las gaseosas y aquellas bebidas que contengan alto contenido de cafeína, puesto que aumentan la ingesta calórica.

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--- Evitar los alimentos con alto contenido en grasas saturadas y azucares simples ---

Resulta difícil para muchas personas erradicar de su dieta las comidas procesadas o chatarras. Sin embargo, son estos los alimentos poco recomendables para la salud, ya que contienen un alto contenido de calorías , grasas trans, sodio, preservantes , bajo contenido de fibra, proteínas, vitaminas y minerales, favoreciendo así a desarrollar enfermedades cardiovasculares, hepáticas , entre otros.

--- Reducir el consumo de bebidas alcohólicas ---

El consumo de alcohol a los largo de la vida produce una mayor acumulación de grasa abdominal y como consecuencia incrementa el peso. En este caso, es importante tener en cuenta qué bebida alcohólica se está consumiendo y en qué cantidad. Con cada gramo de alcohol se incorporan 7 kcal al organismo, a las cuales se les debe de considerar como ¨calorías vacías¨ porque no son aprovechadas positivamente por el organismo.

Es importante tener en cuenta que una dieta balanceada debe estar supervisada por un nutricionista que recomiende los alimentos en función de las necesidades del paciente, y complementar estas recomendaciones con una rutina de ejercicios físicos o actividades físicas.

Con esta información, conocer acerca de las claves para tener una alimentación adecuada y prevenir la obesidad será más sencillo, así también

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