Francia quiere usar IA en los Juegos Olímpicos para resguardar la seguridad

Los próximos Juegos Olímpicos, que tendrán lugar en París, podrían tener a la inteligencia artificial como aliado para salvaguardar la seguridad de los asistentes. La Asamblea Nacional de Francia aprobó el uso de esta tecnología para identificar eventos sospechosos.

MIRA: Alerta de terremotos: cómo activar las notificaciones de Google en tu celular y saber cuándo ocurrirá un sismo

Esta medida aún debe ser confirmada mediante una votación solemne de los diputados el próximo martes 28 de marzo, de acuerdo con el diario francés Le Monde. El mismo día se revisará el conjunto de artículos del proyecto de ley que regulará la actividad de los Juegos Olímpicos.

De ser aprobado, Francia se convertiría en el primer país de la Unión Europea en implementar un sistema de vigilancia con esta tecnología.

MIRA: Adiós a CS:GO: la Paris Major será la última del juego, desde 2024 se jugará Counter-Strike 2

La propuesta ha dividido opiniones al respecto, puesto que hay organizaciones que creen que se estarían violando los derechos humanos. La Amnistía Internacional dijo que la decisión de usar IA en los próximos Juegos Olímpicos podría convertir a Francia en “un Estado de vigilancia distópico”.

“La decisión de Francia de permitir el uso de medidas de vigilancia masiva durante los Juegos Olímpicos de 2024 socava los esfuerzos continuos de la UE para regular la IA y proteger los derechos fundamentales a través de la Ley de IA”, agregó Mher Hakobyan, asesora de defensa de la regulación de la IA de Amnistía Internacional, mediante un comunicado.

MIRA: El lado oscuro de la inteligencia artificial: cómo los cibercriminales pueden hacer uso de la IA

La organización le exigió al Parlamento Europeo que tome una posición firme respecto a la prohibición de las tecnologías de vigilancia masiva. Alegan que ha quedado demostrado que estas herramientas son utilizadas para atacar a grupos marginados: personas inmigrantes, negras y marrones.

A inicios de marzo, 38 organizaciones presentaron un pedido a los políticos de Francia para que rechacen el proyecto; sin embargo, ahora que ha sido aprobado, solo un veto de la corte constitucional podría impedir la ejecución de la medida.