La electromovilidad se ha convertido en la gran alternativa de los vehículos a combustión. Sin embargo, la transición al uso de energía limpia no significa que los accidentes vehiculares hayan desaparecido, o vayan a hacerlo en el futuro.
En 2021, de enero a setiembre, se registraron 584 accidentes de moto lineal con víctimas mortales en todo el Perú, de acuerdo a lo que recoge Andina en base a información de la Policía Nacional del Perú (PNP). La tendencia se ha mantenido pese a las restricciones por la pandemia, pues en 2019 y 2020, durante el mismo periodo, se reportaron 584 y 582 emergencias con fallecidos, respectivamente. La cifra de víctimas no fatales se elevó a 12.300 en el mismo periodo del año pasado y, tan solo en Lima, hubo 7.643 de estas emergencias que no terminaron en tragedias.
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Jonathan Bulnes, diseñador publicitario de 30 años que está por terminar su segunda carrera, Diseño Industrial, en la Universidad Privada del Norte (UPN), ha planteado una moto que protege a los conductores de daños graves ante accidentes. Con el nombre de ‘Squid Bike’ (Moto Calamar), cuyo nombre se debe a los “tentáculos” traseros que reducen la gravedad de las lesiones, este vehículo también funcionaría con electricidad, evitando las emisiones de carbono.
No es la primera vez que Bulnes participa de diseños innovadores. En 2021, junto a otros investigadores, desarrolló ULAR, un bus futurista que no tiene ruedas, que cuenta con jardines en el techo, y sensores de luz, temperatura y humedad. El proyecto logró la medalla de plata en una exhibición en Corea del Sur.
El Comercio conversó con el inventor para conocer qué lo motivó a crear esta moto futurista, cómo funciona y si es viable la producción de este vehículo que podría reducir drásticamente los accidentes con víctimas mortales en el Perú y el mundo.
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—¿Por qué diseñaste la Squid Bike?
El vehículo se desarrolló durante un curso de de la carrera. Comenzamos a hacer una investigación y vimos en este caso que los combustibles fósiles, sobre todo en las carreras de motos, era bastante usado. Entonces decidí abordar este tema, aparte del punto de la seguridad, en base a los accidentes que hay. Me enfoqué en eso y fui desarrollándolo.
Luego, me di cuenta que iba a ser un poco más interesante porque decidí también incluir la parte de biomímesis, que es tomar elementos en formas o atributos de la naturaleza e incluirlos dentro de un diseño. Me enfoqué en esa parte también y me pareció interesante comenzar a desarrollarlo. Así nació.
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—¿Qué motivó a que el enfoque del vehículo sea la seguridad?
Muchos de los vehículos de carreras tienen sus elementos de seguridad, pero las motos tienen muy poco. Por lo general, son un protector en la parte frontal pero nada más. Entonces en este caso, si es que hay una volcadura de 360 grados, el conductor sale dañado o sale disparado del vehículo. Haciendo que se golpee o se fracture.
En ese caso, por ejemplo, vi que el tema no estaba abordado. No lo habían estudiado demasiado o no había una opción. Entonces, por eso también decidí comenzar a implementarlo.
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—¿Cómo funciona concretamente la Squid Bike?
Existe un acelerómetro que está ubicado en la parte frontal del vehículo. Este es un sensor que lo que hace es detectar movimientos bruscos. Cuando el sensor detecta uno, que puede ser, de repente, una volcadura o un derrapamiento, se activa. Manda una señal a la parte de atrás, que es donde están los tentáculos. Estos tienen unos pequeños motores, accionadores y hace que se abran.
Al momento de abrirse, estos cuatro tentáculos lo que hacen es generar un marco de seguridad. Se abren, no solamente hacia arriba y hacia abajo, sino también hacia la derecha y hacia la izquierda. Entonces, lo que ocasiona esto es que generan un cuadro. Es como si estuvieras agarrando una liga y colocas cuatro de tus dedos, los agrandas y generan como un cuadro. Eso es lo que ocasiona este marco de seguridad.
¿Qué hace esto? Obviamente, las puntas de las tentáculos chocan contra el pavimento, pero lo que no choca contra el pavimento es la cabeza del conductor o parte del cuerpo del conductor. Para complementar, hay una parte en el lomo de la moto que se acopla a la espalda del conductor, haciendo que, si hay una volcadura, no salga disparado. Es como un cinturón de seguridad.
—¿La Squid Bike funciona solamente con electricidad o también es híbrida?
El diseño de la moto es híbrido. Funciona de forma eléctrica y también funciona a tracción humana, que quiere decir, en este caso, pedalear como en las bicicletas. Pero este tiene un tipo de pedal que permite mover la rueda, y al momento de hacerlo también permite conservar esa energía como si fuera un motor.
Entonces, esa energía de pedaleo que estás generando, cierta parte, se guarda en la batería. Eso sirve para alternar y esa energía que se guarda también sirve justamente para el funcionamiento del sistema de seguridad que es accionado por sensores.
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—¿Qué tan viable es la fabricación de la Squid Bike?
Lo que se hace durante el curso es la parte del estudio de mecánica, funcionalidades y también la viabilidad. La tecnología existe y es factible. Lo único que impide una fabricación sería la parte del dinero. En este caso, lo que sí se ha hecho son, por ejemplo, prototipos a escala. En estos he probado un poquito y, obviamente, simulaciones en computadora.
El proceso industrial de cada pieza, para el prototipo, tiene un costo más alto. Ya cuando lo pasamos a un nivel industrializado, donde se desarrollan por masas, pues el costo se abarata.
—¿Hubo algún acercamiento para fabricar la Squid Bike por parte de entes públicos o privados?
Hasta ahora, todavía no. Sí hubo interés de algunas personas o empresas, pero no se ha llegado a concretar todavía nada. Justamente, la parte de visibilidad en prensa o en la misma plataforma de la universidad ayuda bastante a poder conseguir ese tipo de apoyo.
Soy parte de un grupo de investigación dentro del UPN que se llama GIADIPS [Grupo de investigación de Innovación Aplicada en Diseño de Productos y Servicios] y ellos, por ejemplo, dentro del proceso ayudan brindando feedback o apoyo. Por ejemplo, si yo necesito un aspecto tecnológico que no lo tengo bien resuelto, pues me pasan con alguien de electrónica que me pueda apoyar.
Lo que hace falta es el apoyo del Gobierno y de las empresas privadas para poder implementar. Como trabajador y estudiante, sé que en el Perú existen buenos creadores de tecnologías. Lo que hace falta es el apoyo para que todo eso se haga realidad. El punto está en desarrollar la industria acá. Investigación hay, solo falta apoyo.