Hace una década, Nataniel Sánchez ya había participado en algunas producciones televisivas nacionales, pero cuando salía a la calle muy pocas personas la reconocían. La actriz no buscaba fama, sin embargo cuando esta -irremediablemente- llegó a su vida tras su participación en “Al fondo hay sitio”, tuvo que aferrarse a su esencia y a Dios para no desestabilizar. Actualmente, la popular ‘Fernanda de las Casas’ está alejada de los escenarios televisivos, estudia en España técnicas de interpretación y se encuentra en una etapa de crecimiento personal y profesional.
“La vida pasa tan rápido que te lleva a avanzar sin darte cuenta de lo que ocurre a tu alrededor y es bonito cuando te detienes a ver, escuchar, oler y sentir. Y en esa etapa de mi vida me encuentro. Para mí no fue fácil vender mi carro, dejar mi casa, mi familia y mis amigos para irme a estudiar a un país con una cultura distinta a la nuestra; pero quise seguir buscando la felicidad. Estoy descubriendo muchas cosas sobre mí”, manifiesta la actriz nacional.
-¿Qué has descubierto sobre ti?
Un montón de cosas, y a veces lo que descubres no es tan bonito. He descubierto que soy bastante independiente, que soy una aventurera, que me encantan los retos y no solamente porque me haya ido a España, sino por todo lo que vino después. A mí no me gusta estar en mi zona de confort, cuando estoy con la adrenalina a mil, siento que estoy en el lugar adecuado.
-¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que has encontrado en Europa?
Me he adaptado increíblemente, pero definitivamente el cambio de horario ha sido lo más difícil, porque complicó la comunicación con mi familia. Si no hubiese viajado con mis tres gatos y mi perro, posiblemente no hubiese podido superar tanta pena.
-"Pensión Soto", el 2017, fue lo último que hiciste en televisión. ¿Extrañas actuar en alguna producción televisiva?
Extraño el contacto con el público, pero estoy feliz estudiando en España.
-¿Hasta cuándo te quedas en España?
No sé, estoy viviendo el momento, disfrutando del ahora. Estoy en proceso de escucharme e ir por el camino que el destino me mande. Estoy en una etapa de crecimiento, de seguir aprendiendo y descubriéndome muchísimo, ahora tengo tiempo para mí.
-Tenías 10 años cuando trabajaste en “María Pía y Timoteo”, como parte del elenco de baile de Arturo Chumbe. ¿Sientes que has quemado etapas al asumir responsabilidades laborales siendo apenas una niña?
No he tenido una vida fácil, el arte para mí ha sido muy sanador en distintas etapas de mi vida, fue mi tubo de escape. Llevo muchos años viviendo el presente, ya no el futuro, ni el pasado.
-¿Buscabas reconocimiento cuando ingresaste a la televisión?
Entré a la televisión porque quería hacer arte y que la gente se identifique con mis personajes, no busqué fama. El ser reconocida es una consecuencia, pero no es lo que yo buscaba. Sin embargo tengo que reconocer que “Al fondo hay sitio” marcó un antes y un después en mi vida.
-¿De qué forma la serie cambió tu vida?
De hecho ya nada de lo que haga va a pasar desapercibido. Perdí privacidad y cuando eres pequeña y estás recién saliendo al mundo, hay muchas cosas que cuidar y manejar. Dios fue mi cable a tierra.
-¿Que´representa Fernanda de las Casas en tu carrera?
Nunca la voy a olvidar, no me molesta que la gente me reconozca en la calle y me llame Fernanda, obviamente la gente se encariña con el personaje y desconectarlo es difícil. Pero una cosa es que la gente te recuerde y otra, muy distinta, es que te encasille.
-Mantienes contacto con los actores de “Al fondo hay sitio”?
Seguimos conectados, todavía tenemos un chat de “Al fondo hay sitio”.
-¿Es verdad que "Rechazaste “Cumbia pop” por “Pensión Soto”?
No rechacé una cosa por otra. No llegué a concretar “Cumbia pop” por diferentes motivos, sobre todo el tema de horarios. Fue una decisión difícil, porque la serie me daba la posibilidad de bailar y actuar y un actor siempre tiene que buscar un papel que le ayude a crecer.
-¿Qué personaje te ayudaría a crecer?
Interpretar a una chica con problemas emocionales fuertes o una chica con problemas mentales. Me encantaría hacer un dramón.