París, (DPA)
La película "Et Dieu... créa la femme" ("Y Dios creó a la mujer, 1956), dura apenas 95 minutos, pero fueron suficientes para convertir a Brigitte Bardot en la francesa más conocida y deseada en todo el mundo. En poco tiempo había ya decenas de miles de fotos de ella y las apariciones de la sex symbol llevaban aparejadas aglomeraciones e histeria.
En el punto álgido de su carrera, la diva que el domingo cumple 80 años decidió apartarse de la gran pantalla y retirarse a su mansión de la "La Madrague", en Saint Tropez, para dedicarse a la defensa del respeto al ser humano y la sociedad.
Desde entonces ha sido noticia por su militancia en defensa de los animales, así como por sus discursos xenófobos. "Durante toda mi vida voy a decir lo que pienso tanto si gusta como si no", es una de las frases favoritas de la actriz.
Con su máxima "Libertad, igualdad y sensualidad", BB -como la prensa sensacionalista francesa denominó a la seductora rubia-, consiguió sorprender a todo un país. Era 1956 cuando con apenas ropa Roger Vadim la hizo contonearse por la arena de Saint Tropez en "Et Dieu... créa la femme". En aquella época en Francia ya sólo bailar descalza era un escándalo, con lo que la atractiva joven rompió todos los tabúes.
La libertad sexual de Bardot comenzaba justo donde terminaba la de sus compañeras de profesión: en el escote. Cada poro de su piel desprendía sensualidad, según muestran las fotos hasta ahora desconocidas en "Brigitte Bardot. Eine Hommage", un libro realizado en colaboración con la propia actriz que se publicó recientemente.
Con películas como "La vérite", Henri-Georges Clouzot, "Viva Maria!", de Louis Malle, o "Le mépris", de Jean-Luc Godard, la actriz no sólo consiguió entrar en la historia del cine, sino que con su sensualidad, su reafirmación femenina y su erotismo también allanó el camino de la revolución sexual.
Ella creó una nueva imagen femenina, en la que la belleza femenina era sexy y segura. Mostraba desenvuelta su escultural cuerpo a las cámaras y jamás hizo de sus amoríos un secreto. Mientras rodaba junto a su marido "Y Dios creó a la mujer", comenzó una relación con su compañero Jean-Louis Trintignant.
La lista de amoríos es larga. Sacha Distel, Gilbert Bécaud y Serge Gainsbourg figuran en ella, así como también el millonario suizo alemán Gunter Sachs, que estuvo casado con ella entre 1966 y 1969. Sachs incluso hizo que lanzaran miles de rosas desde un helicóptero. "He amado mucho y muy apasionadamente. Eso está en mi naturaleza" dijo la actriz hace unas semanas a la revista "Paris Match". BB se casó en cuatro ocasiones y tuvo un hijo cuya educación estuvo principalmente en manos del padre, el actor Jacques Charrier.
"Yo soy Brigitte Bardot y esa Brigitte Bardot de la pantalla jamás tendrá 60 años", pronosticó al mundo que estaba a pies. En la cumbre de su carrera, con 45 películas y unas 80 canciones, lo dejó todo cuando rondaba los 40. Dijo que añoraba mucho la libertad que la fama le había usurpado.