España (AP)
Denzel Washington se definió como un "tipo ordinario con un trabajo extraordinario" al presentar el viernes su más reciente película, "The Equalizer", en el Festival de Cine de San Sebastián.
"Nunca soñé con ser actor ni con Hollywood", dijo el astro estadounidense horas antes de recibir el Premio Donostia a la trayectoria en la 62da edición del festival, que se extiende hasta el sábado 27.
En la película Washington, de 50 años, da vida a un hombre de oscuro pasado que se ve obligado a actuar en defensa de una joven, interpretada por Chloe Möretz.
Antoine Fuqua, que lo había dirigido en "Training Day", se mostró encantado de volver a trabajar con él.
"Lo más importante era que él estuviera en este papel. Con Denzel, el guion pasa de ser bueno a excelente", expresó el realizador.
"No he intentado hacer un héroe típico de acción", dijo Washington. "Investigué aspectos relacionados con el trastorno obsesivo-compulsivo para hacer más rico al personaje. Se trata de una película en la que dos almas perdidas encuentran una extraña conexión y se ayudan mutuamente".
A una pregunta sobre si se sentía el nuevo Sidney Poitier el actor afroamericano respondió que no, "(Poitier) sólo ha habido uno".
Washington hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en la que derrochó humor y hasta preguntó a los periodistas sobre los motivos del reciente fracaso en la última Copa del Mundo de la selección española de baloncesto, un deporte del que se confiesa muy aficionado.
"Me encantan los hermanos Gasol, Ricky Rubio, José Manuel Calderón...", dijo.
No rehuyó preguntas y a la pregunta de un periodista sobre si pensaba celebrar el Premio Donostia con "whisky, vodka o ron", optó por la diplomacia mesurada y la amabilidad para declarar que piensa beber agua.
"Es un honor que a uno le reconozcan su labor", dijo sobre el galardón. "Espero ser un ejemplo para actores jóvenes. Trabajo duro en todos los papeles que me llegan. Soy un tipo ordinario con un trabajo extraordinario".
"Nunca soñé con ser actor cuando era joven", recalcó. "Veía películas como 'Shaft', aquellas con una estética de Nueva York, como las de Robert De Niro y Al Pacino. Son películas que me han influenciado. Pero cuando empecé, en lo que realmente pensaba era en llegar a Broadway. En el teatro recibes una respuesta inmediata del público, una energía que no percibes en el cine".