"Yo soy Betty, la fea" fue una telenovela que se convirtió en un fenómeno internacional. En la imagen sus actores principales Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello. (Foto: El Tiempo de Colombia/GDA)
"Yo soy Betty, la fea" fue una telenovela que se convirtió en un fenómeno internacional. En la imagen sus actores principales Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello. (Foto: El Tiempo de Colombia/GDA)
/ Consuelo Vargas
Juan Luis  Del Campo

A menos que hayas vivido bajo una piedra, debes de haber escuchado de la telenovela “”, la historia de una secretaria (Ana María Orozco) que se enamora de su jefe (Jorge Enrique Abello), un ejecutivo en una empresa de moda. A dos décadas de distancia de su estreno, a veces es difícil ver qué tan revolucionaria fue esta historia, estrenada sin mucha promoción el 25 de octubre de 1999. Y es que aunque ahora las telenovelas utilizan premisas más avezadas, cuando “Yo soy Betty, la fea” apareció en las pantallas esta clase de producciones usualmente mantenían un esquema rígido donde las protagonistas eran mujeres agraciadas, aunque usualmente humildes, que al final conseguían a su galán para concluir en un final feliz. Si Betty cambió el paradigma, de lo debemos al guionista (1960-2019).

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Nacido en Bogotá, Colombia, el 9 de noviembre de 1960, Gaitán empezó su vida laboral a los 19 años trabajando como periodista para el periódico El Tiempo. Su dominio de la narración, así como su ojo por los detalles más interesantes de las historias, llevaron a que sus amigos le recomendaron trabajar como escritor y guionista, creando exitosas novelas como “Café, con aroma de mujer”, “Hasta que la plata nos separe” y “Francisco el matemático”. Pero fue una modesta producción con un nombre peculiar la que inmortalizó su nombre bajo la simple premisa de que, a diferencia de lo que se veía en la televisión, las chicas feas también tienen historias interesantes que contar.

Incluso cuando creaba ficción, Gaitán nunca abandonó su faceta de periodista, dedicando cientos de horas para investigar sus historias: “Es como una forma de acerca a la realidad las historias que estoy viendo, soñando o imaginando”, señaló , cadena que emitió algunas de sus mejores producciones.

Fernando Gaitán (izquierda) junto a su personaje más popular, Betty la fea (interpretada por la actriz Ana María Orozco). (Fotos: AFP)
Fernando Gaitán (izquierda) junto a su personaje más popular, Betty la fea (interpretada por la actriz Ana María Orozco). (Fotos: AFP)

En el caso de “Yo soy Betty, la fea”, esta nació “de escuchar a las mujeres hablando sobre belleza, entonces pensé cómo será la vida de una mujer fea”. El autor reveló que la confidencia que tenía con sus amigas, así como su agudo oído para los chismes del barrio, lo ayudó en su investigación. Pero para Gaitán el objetivo principal de su trabajo era lograr que el espectador lograra identificarse con sus personas y la trama: “hay que partir de los dramas humanos, que son universales”.

Pero la revolucionaria idea no fue convertida en ficción inmediatamente. Al momento en que recién la propuso RTI Televisión estaba emitiendo una telenovela titulada “La mujer en el espejo” que trataba de una mujer fea quien hace un pacto con el diablo por belleza.

“Les expliqué que era distinta porque esta es una verdad psicológica, no del diablo. La guardé, y una noche, cinco años después, el presidente de RTI me preguntó: ‘¿Qué historia tiene ya? Necesito llevármela para México’. Le conté la historia de Betty, se rió mucho y me dijo: ‘Esa novela no me la llevo, se queda aquí y empiece a escribirla mañana mismo’. Y arranqué, pero Betty estuvo en el congelador cinco años, recordó Gaitán.

Incluso después de ser aceptada para la producción, el canal no tenía muchas esperanzas en la telenovela. “Betty no fue hecha con una enorme ambición, fue hecha con bajo perfil, una producción económica, hecha en un 85% en estudio”, señaló Gaitán en una entrevista con Clímax. “No trajimos a nadie del extranjero, no fue hecha con grandes estrellas, de hecho me dieron a los protagonistas más baratos.”

"Yo soy Betty, la fea" se hizo con poco presupuesto y sin estrellas reconocidas. Sus actores principales Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello recién alcanzaron la fama tras la producción. (Foto: RCN Televisión)
"Yo soy Betty, la fea" se hizo con poco presupuesto y sin estrellas reconocidas. Sus actores principales Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello recién alcanzaron la fama tras la producción. (Foto: RCN Televisión)

En ese entonces RCN había apostado la mayoría de sus esfuerzos en la telenovela “Me llaman Lolita”, que robándose ideas de la novela de Vladimir Nabokov contaba la historia de una adolescente llamada Lolita (Carla Giraldo), enamorada de un hombre mayor (Marcelo Cezán). A pesar de durar 99 capítulos, la historia ni se acercó al éxito de “Yo soy Betty, la fea”.

Era una historia muy experimental, yo estaba muy asustado, pero tenía la fe de que si uno habla del ego femenino eso debía ser un éxito; aunque yo le tengo miedo a esa palabra. Hablar de la vanidad femenina es un tema universal, en todas partes del mundo hay más mujeres feas que bellas, pero en la telenovela ocurre un fenómeno: las mujeres que son feas, quieren una protagonista bella que se enamora del galán, la gente sufre con ella, pero no es una mujer de carne y hueso como esas que están detrás del televisor. Así que quise contar la historia de esa que ve pasar a un ideal de mujer inalcanzable”, indicó Gaitán.

Betty la fea revolucionó el paradigma de las telenovelas al mostrar a una protagonista que destacaba por su intelecto y personalidad sobre su apariencia. (Foto: RCN Televisión)
Betty la fea revolucionó el paradigma de las telenovelas al mostrar a una protagonista que destacaba por su intelecto y personalidad sobre su apariencia. (Foto: RCN Televisión)

Nadie esperaba el éxito que tendría “Yo soy Betty, la fea”, primero convirtiéndose en una obsesión nacional y rápidamente extendiéndose primero por Latinoamérica y luego a todo el mundo. Le siguió una continuación titulada “Ecomoda”, el nombre de la empresa donde trabajaba Betty, que solo duró 35 capítulos. Betty también tuvo una incursión en los dibujos animados con “Betty Toons” (2002), una versión animada del personaje destinada para niños que se emitió los fines de semana.

Hasta la fecha “Yo soy Betty, la fea” ha sido emitido en 180 países y doblada a 25 idiomas, ganando en 2010 el récord Guinness de la telenovela más exitosa del mundo. Su éxito ha llevado a que la historia tenga múltiples adaptaciones (28 hasta la fecha), incluyendo las versiones estadounidenses “Ugly Betty” (2006)y “Betty en NY” (2019), la versión mexicana “La fea más bella” (2006), la filipina “I ♥ Betty la fea” y la tailandesa, apropiadamente llamada “Ugly Betty Thailand”. El personaje también llegó a las tablas con una puesta en escena en 2017.

La telenovela ha visto nueva vida con las plataformas de streaming como Netflix -al momento en que escribimos esta nota, “Yo soy Betty, la fea” se encuentra entre las diez producciones más vistas en la plataforma de streaming-, donde sigue manteniéndose como uno de los programas más populares a pesar de las décadas desde su estreno. Y aunque su creador falleció en enero del 2019 a los 58 años, Fernando Gaitán vio su legado expandirse por todo el mundo. No solo con las innumerables adaptaciones de su Betty, sino con la expansión del universo de las telenovelas y la revolución que mostraba que las feas también tenían historias que contar.

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